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Pueblos de colonización: hijos de una arquitectura de vanguardia poco conocida

Son un símbolo de desarrollo rural, testigos del paso del tiempo y la transformación de sus territorios. Destacan por su valor humano y cultural.

Están ligados a los regadíos. Los primeros pobladores fueron transformando unas tierras inexplorables. Con escasos aperos, sus manos y unas cuantas bestias trabajaron un territorio ‘asalvajado’, allá donde el terruño y la dehesa dominaban por completo.

También destacan sus edificaciones. Dicen que los pueblos de colonización son hijos de una arquitectura desconocida de vanguardia. En ellos se aplicó la racionalidad, el uso de materiales adecuados y la repoblación de espacios, según destaca la fundación de arquitectos “Docomomo”. Un ejemplo de arquitectura moderna y sostenible.

Extremadura tiene de 63 pueblos de colonización. El plan Badajoz y la llegada de cientos de colonos dieron forma a los municipios. Sus calles y trazados destacan por tener un gran valor estético, donde conviven en sintonía el arte y el mobiliario público.

Son pueblos llenos de contrastes. Las lomas y sierras se van transformando bajo su silueta en llanuras, que a su vez desembocan en las vegas. Abundan las casas bajas encaladas y una trama regular. A simple vista parecen iguales, simétricos. Pero son diferentes. Con unas peculiaridades que lo hacen único.

La Junta ha puesto en marcha el programa ‘Pueblos de Colonización: un lugar de luz’, que recorre todos estos enclaves para promocionar sus valores. Un equipo de técnicos acerca a vecinos y vecinas su historia, sus costumbres y el modo de vida que les caracteriza.

Se habla mucho del valor patrimonial que dejaron diferentes culturas desde tiempos ancestrales en la región, pero no de la singularidad de los pueblos de colonización. Es un patrimonio reciente, que también tiene que ser valorado.

En el programa se abre un diálogo permanente a través de talleres, exposiciones y charlas que quieren hacer protagonistas a los moradores de cada lugar. A los guardianes del patrimonio.

Sus habitantes adoran sus pueblos, tienen un sentido de pertenencia grande porque se unieron para construir una historia reciente común. “Pero hemos descubierto que desconocen los valores arquitectónicos y urbanísticos que tienen”, explica María Ángeles López, directora general de Arquitectura de Extremadura.

El objetivo del programa de la Junta es hacer que sus gentes sientan que habitan en espacios valiosos. Al mismo tiempo se plantean nuevos modelos de desarrollo rural. Abren un diálogo con los vecinos, en busca de nuevas oportunidades de desarrollo con el turismo y ocio sostenibles como una oportunidad. También la agricultura sostenible y la economía verde y circular.

Los orígenes

El Instituto Nacional de Colonización se encargó de levantarlos bajo la dirección de José Tamés, aunque partían de un pliego técnico que en el año 30 puso en marcha la República. El instituto fue bastante independiente y construyó una variedad de tipología, tanto urbana como de edificaciones muy singular, según detalla la directora general de Arquitectura.

Frente a las 'estrecheces' que pudo imponer el franquismo, desde el Instituto Nacional de Colonización se dio a los arquitectos bastante 'libertad' para que diseñaran pueblos “iguales pero diferentes”. Con criterios de vanguardia y modernismo. “Y sobre todo siendo inéditos ya que se construyeron de una sola vez”.

Cada uno está adaptado a la realidad con la que nacieron. Con unas formas diferentes, en función de si estaban emplazados junto a una vía principal, un llano o un montículo. Presentan trazados ‘humanizados’, con un fuerte componente estético.

Fue un proceso constructivo en el que participaron en toda España cerca de 80 arquitectos, destacando nombres como el de José Luis Fernández del Amo, Alejandro de la Sota, Manuel Rosado, Jesús Ayuso o Miguel Herrero, responsables del diseño de algunos de los pueblos extremeños. 

Proyecto Pueblos de Colonización

El proyecto ‘Pueblos de Colonización: un lugar de luz’ recorre estos pueblos y marca un mapa con todos los lugares importantes de cada municipio. La idea es descubrir rincones especiales, indagar en la memoria viva y la historia que albergan, “porque la memoria emocional tiene que formar parte de un patrimonio”.

Es un trabajo coordinado entre la Secretaría General de Desarrollo Rural y Territorio y la Dirección General de Arquitectura. En la primera fase del proyecto han elaborado la documentación de los pueblos, con inventarios que recogen todos sus valores hidráulicos, caminos y  cultivos agrarios ligados. También el arte de sus iglesias y el aprovechamiento de sus recursos naturales.

Otra de los pilares del proyecto es un plan de comunicación y de difusión, con encuentros ciudadanos para acercarse a la historia de cada uno de los pueblos. Son actividades en las que se desea hacer un homenaje a los pobladores. “Creemos que han transformado el paisaje de Extremadura y le han aportado riqueza. Han trabajado de manera dura”, destacan desde la Dirección General de Arquitectura.

Son pueblos que tienen un tejido asociativo grande, en los que todo el mundo se vuelca en cada actividad. Se mantienen las tradiciones, los cánticos. En ellos la gastronomía sigue siendo un elemento especial. Como cada familia colona procedía de diferentes lugares se ha generado una combinación atractiva. 

En el proceso se produce un intercambio de conocimiento y de sabidurías populares. Se buscan aquellos lugares en desuso y se les pregunta a la propia ciudadanía qué quieren hacer ellos. de qué manera se les puede devolver la vida.

Se trata además de pueblos con una calidad de vida magnífica, ligados a la biodiversidad. Y aquí arranca la tercera parte de la iniciativa, la de dotarles de una economía ligada a la agricultura, sostenible, y el sector servicios. Hay muchos de ellos que están al lado de zonas ZEPA. Son un recurso importante, o zonas de pantano donde el ocio es un  pilar básico.

De modo que en este proceso de diálogo y participación ciudadana que se crea se analizan nuevas estrategias económicas. Un proceso en el que participa la Junta, pero también las dos diputaciones provinciales y otras organizaciones.