No se trata de hechos generalizados, pero en apenas dos meses de curso se han registrado dos agresiones a profesores en Secundaria. Los sindicatos coinciden en que son hechos puntuales, aunque destacan la necesidad de intervenir para que la violencia de adolescentes hacia el profesorado no se generalice.
El sindicato PIDE advierte que la lacra de la ‘violencia gratuita’ contra docentes puede extenderse si no se actúa con la proporcionalidad necesaria. A ello suma CCOO Extremadura que existe un protocolo ante casos de violencia, y los medios para prevenirlos y proteger a los trabajadores.
El primero de los casos se produjo el pasado 17 de octubre en el IES Ciudad Jardín de Badajoz. Allí un profesor fue agredido por dos alumnos de 1º de Educación Secundaria, una acción que fue grabada y difundida por las redes sociales por otros dos estudiantes del centro. La otra agresión ocurrió en el IES de Zalamea de la Serena, donde un alumno ha golpeado a una profesora.
El clima en las aulas
Ante ambos incidentes, PIDE resalta que la Consejería ha actuado “correctamente” y ha ofrecido su servicio jurídico a los docentes agredidos para que denuncien, aunque el sindicato ha lamentado que en otras ocasiones “se ha mirado para otro lado”. Advierte que si bien las agresiones físicas son hechos aislados, no lo son las agresiones morales y las falta de respeto. A ello suma actitudes de interrupción constantes de las clases por parte de alumnos, “una lacra que está cerca de cronificarse si es que no lo ha hecho ya”.
Ha recordado que los profesores están considerados como autoridad pública, por lo que las agresiones suponen un delito. Anima a todos los docentes que sufran agresiones, insultos, injurias y ofensas “a que denuncien ante la Guardia Civil, Policía Nacional o en la Fiscalía de menores los hechos violentos que sufran en el ejercicio de su actividad profesional.
Desde CCOO también ponen de manifiesto que cualquier acto de violencia sufrido en el ámbito del trabajo puede ser considerado como un grave factor de riesgo que puede influir de manera muy negativa en quien lo sufre, “afectando de manera sensible a su integridad como persona y como profesional”. Riesgos que según dice pueden traer graves consecuencias psicosociales que no solo afectan a quienes sufren la agresión sino a toda la institución educativa en general.
Comisiones Obreras recuerda la existencia de un protocolo. Se basa en los principios fundamentales de tolerancia cero ante cualquier tipo de violencia, en el derecho a recibir un trato digno y en el derecho al respeto a la integridad física y moral de todos y cada uno de los profesionales de los centros de enseñanza.
Hace un llamamiento a toda la comunidad educativa extremeña sobre la necesidad de concienciar en el respeto a todas las personas y poner en consideración la educación en valores como herramienta fundamental.