Llevan semanas reclamando a la Junta de Extremadura que pague el IBI correspondiente a los hospitales. Aunque los alcaldes de Cáceres y Badajoz no se han pronunciado sobre otra institución que tampoco paga, y que acumula más bienes en sus ciudades: la Iglesia Católica.
Los cálculos de Extremadura Laica apuntan a que el ayuntamiento cacereño deja de ingresar anualmente unos 450.000 euros por la exención del IBI de bienes religiosos (católicos). El valor catastral de los 144 bienes inmuebles a nombre de la Iglesia es de unos 55 millones de euros, cuyo 0,8250% de cuota nos daría una deuda de 446 000. Y no se trata solo de templos religiosos, sino también de centros educativos a nombre de la Iglesia, residencias u hospicios.
Lo consideran un régimen fiscal “privilegiado” que se sustenta en los Acuerdos Iglesia-Estado de 3 de enero de 1979 (Protocolo adicional sobre Asuntos Económicos). Algo que a su juicio debe ser modificado de inmediato. “Ya es hora de reclamar el IBI a la Iglesia, el segundo mayor propietario de bienes tras el Estado”
Este es una de las 30 propuestas para la construcción de un estado laico que ha presentado en Extremadura el presidente de la asociación Europa Laica, Francisco Delgado. Lo ha hecho con motivo de la unión de la asociación extremeña a Europa Laica.
En las propuestas, dirigidas a los partidos políticos con motivo de la campaña, también se aborda la enseñanza de religión en las aulas, un tema que ocupa el centro de la polémica en Extremadura. El motivo es que el nuevo currículum educativo extremeño recupera Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos y reduce Religión, una asignatura que deberá cursarse en Bachillerato junto a Ética.
Europa Laica entiende las protestas de los profesores de Religión ante los cambios, porque se trata de su trabajo, aunque advierte que “son empleados públicos sui géneris, porque no han entrado por la puerta principal a la función pública, enfrentándose a unas oposiciones como sus compañeros, sino a dedo por el Obispado”.
Pide eliminar la Religión de las aulas bajo un modelo de escuela pública y laica donde el conocimiento se construya desde la racionalidad, desde los métodos científicos y la filosofía humanista, “no desde las creencias, que ya cuentan con sus propios espacios en las iglesias, templos, mezquitas, sinagogas...”. Es decir, piensa que el espacio para impartir religión católica es en la catequesis, algo que ya ocurre por ejemplo en países de la UE.
Apunta a más cuestiones como la modificación del Código Penal en torno al “derecho” a una muerte digna frente a las penas que reciben quienes ‘ayudan’ a morir a enfermos terminales o con enfermedades irreversibles, si así lo desean estos enfermos.
Otra de sus reivindicaciones es la eliminación del Código Penal de las condenas por blasfemia cuando se entiende que se han herido los sentimientos religiosos. Advierte que no creer en los dogas de una religión y manifestarlo públicamente entra dentro de la libertad de expresión, en consonancia por ejemplo con la decisión de una jueza de Sevilla de archivar la causa contra tres mujeres investigadas por participar el 1 de mayo de 2014 en la denominada procesión del 'Santísimo Coño Insumiso'.
No obstante casi al mismo tiempo otro juzgado continúa el procedimiento por una manifestación de similares características en Málaga, en este caso por sacar en procesión en una protesta al ‘Santísimo Chumino Rebelde’.
Además abogan por acabar con la financiación pública de las religiones, como por ejemplo se hace mediante las casillas de la Declaración de la Renta (IRPF).
Procesiones y políticos
Para Extremadura y Europa Laica es necesario “secularizar el ámbito político” ante la presencia frecuente de políticos que acuden a actos religiosos. Afirman respetar la libertad de conciencia, que cada político la practique en libertad en su vida privada, aunque otra cosa es que encabece la procesión con el bastón de mando en calidad de político.
Lamentan igualmente que los alcaldes sigan declarado a las vírgenes como ‘Alcaldesa perpetua’, cuando la realidad --argumentan-- es que las creencias religiosas las tienen las personas, no las instituciones públicas como refleja expresamente la Constitución.
A su parecer la sociedad se ha secularizado, “pero los políticos se resisten a ser neutrales en cuestión de religión”. “Deberían ser neutrales, no ir a actos litúrgicos representando al conjunto de la ciudadanía, cuando hoy en día tenemos una ciudadanía diversa, donde la Religión representa solo a un porcentaje de la población, no al conjunto de la población”.