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Rompiendo armarios en el mundo rural: una tarea complicada para las lesbianas

¿Hay armarios en las aulas? es una investigación realizada por dos alumnos de 3º de la ESO del IES Ojos del Guadiana, en Ciudad Real.

Jesús Conde

Semanas atrás Extremadura Entiende hizo un llamamiento a todas las mujeres lesbianas y transexuales del mundo rural para sumarse a un vídeo sobre visibilidad lésbica. No ha habido candidatas en el cásting. Nadie ha aceptado salir en el spot que quería mostrar otros modos de amar desde los pequeños municipios de la región.

Parece una anécdota. Pero dice más de lo que aparenta: los armarios siguen cerrados para ellas. Para una mujer es más complicado liberarse en un pueblo.

Sisi Cáceres, presidenta de la entidad, cuenta que no han sido verdaderamente conscientes del sufrimiento y la invisibilidad que soportan ellas hasta que no comenzaron un proyecto con este enfoque.

En su trabajo han recibido numerosas consultas individuales vía Facebook o por teléfono. Pero pocas en persona. Siguen estando en el anonimato, siguen dentro de los armarios. Hablar cara a cara de su orientación parece un tabú.

Las normas sociales, también religiosas, aprietan más a las mujeres. Las someten a vivir en un mundo ficticio. O al menos a no visibilizarse con libertad.

Jornadas de visibilidad lésbica

Extremadura Entiende organiza este fin de semana en Navalmoral de la Mata unas jornadas de visibilidad lésbica. Se celebran hasta el domingo en el Museo del Carnaval de la localidad morala, y en ellas se va a reflexionar sobre el sistema patriarcal y cómo lo reproducen las lesbianas.

También sobre lesbo-feminismo o la resistencia lésbica ante los delitos de odio. El sexo lúdico entre lesbianas y la trayectoria de Extremadura Entiende van a ser otros de los temas a debate en las jornadas, donde van a tomar la palabra activistas en defensa de los derechos humanos, periodistas y la comunidad LGTBI.

El foro coincide con la efeméride del día de la visibilidad lésbica, que desde 2008 quiete mostrar otras formas de amar. Apuesta por empoderar a las mujeres, animarlas a vivir en libertad. Para que se sientan ciudadanas, con una orientación sexual más “frente al ahogamiento y las discriminaciones”.

“Siéntete orgullosa de ti”

La visibilidad lésbica es un acto revolucionario en sí. “Mientras que no te sientas orgullosa de lo que eres, y no te visibilices, estás transmitiendo en el fondo que es una opción incorrecta”, señala Sisi Cáceres. Apuestan por trasladar un mensaje positivo, sobre ellas y sobre sus familias. Para romper esos pensamientos interiorizados y gritar con orgullo que son lesbianas.

No se trata de llevar la bandera arcoíris encima, “sino de mostrarse sin complejos lo que somos”. Porque el lenguaje es una herramienta de visibilidad, que abre mentes y rompe barreras.

Un sistema hetero-patriarcal

El origen de estas discriminaciones tiene su base en el machismo. Así lo transmite Extremadura Entiende, que señala a una cultura machista y heterosexual que ha marcado para la mujer el rol de madre y esposa. Cuidadora y sumisa.

Es un sistema que no tolera a quienes se salen de la norma, y que en el caso de las mujeres azota con más fuerza. Ellas, a la hora de mostrar una orientación no normativa tienen más dificultades que el hombre.

La entidad ha realizado un trabajo de acompañamiento de mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales que quieren dar ese paso. Que quieren salir del armario en los pueblos de Extremadura.

Se han acercado a los centros de Primaria para mostrar a los más pequeños la diversidad de familias que pueden existir, y visibilizar las parejas en las que los niños tienen dos padres o dos madres.

Aunque advierte que la juventud no tiene las mismas reticencias que generaciones anteriores para hora de hablar y visibilizarse. Hay chicas que reconocen sin censura por ejemplo que son lesbianas en pandilla. Es algo integrado, frente a las barreras de mujeres más mayores.

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