Las lluvias torrenciales acaecidas en los últimos días sobre el desierto del Sahara han ocasionado una auténtica catástrofe en la zona. Más de 275.000 personas han perdido sus casas y todas sus pertenencias y han sido alojadas en tiendas de campañas comunes mientras esperan la llegada de cargamentos de alimentos, ropa y medicina procedentes de España. Éstos están previstos que lleguen en caravanas extraordinaris el próximo 15 de noviembre mientras la delegada del Gobierno saharaui en Extremadura, Fatman Brahim, negocia posibles acuerdos con la Administración para adelantar estos envíos.
“Según los más ancianos y veteranos, hace más de 20 años que no se presenciaban unas lluvias torrenciales tan devastadoras”, cuenta la delegada. Brahim explica que el pueblo saharaui se alojaba en casas construidas con bloques de adobe -un material conseguido a partir del secado de la mezcla de agua y tierra- que no han resistido estas fuertes precipitaciones y que han perdido sus hogares y todos sus enseres. “Están sin nada y conviviendo todos juntos”.
La delegada explica que, a pesar de no tener que lamentar pérdidas humanas, el pueblo ha perdido todo su patrimonio material, incluido los fármacos. “Ya había un llamamiento anterior a estas lluvias por parte de Cruz Roja, imagínate ahora que se han mojado los pocos medicamentos que tenían”.
La catástrofe se acentúa al tener en cuenta el clima tan árido de la zona. “Están acostumbrado a un entorno seco y de la noche a la mañana han pasado a estar todo mojado, esto en el desierto no se puede soportar”.
Urgencia de los envíos
Según afirma Brahim, la mayor parte de ayuda humanitaria que recibe el pueblo saharaui proviene de España por lo que se han organizado caravanas con carácter extraordinario que partirán a África el próximo 15 de noviembre con todos los alimentos, ropas y medicamentos que se hayan recaudado hasta el momento.
No obstante, sostiene que toda ayuda es poca y que necesitan estos recursos con urgencia. Por ello, la delegación del Gobierno saharaui en Extremadura se encuentra en plenas negociaciones con la Administración para aligerar y multiplicar la ayuda.
La Asamblea de Extremadura destina cada año unos 25.000 euros al envío de todos aquellos recursos que reúnen las asociaciones solidarias al Sahara, que se suele hacer por el mes de febrero. Ante esta situación de emergencia, la delegación se ha puesto en contacto con el parlamento para adelantar la ayuda de 2016. “Les hemos pedido a los interventores que lo hagan a modo de excepción, de manera especial”.
Una reclamación que también han solicitado a la Junta de Extremadura. Según declara Brahim, el Ejecutivo no destina ninguna partida concreta al envío de cargamentos a Marruecos pero ante esta llamada de socorro le han pedido una “ayuda de emergencia”, a lo que ha respondido “que lo iban a hablar y que harán todo lo posible para sacar la mayor partida posible”.
Mientras tanto, las organizaciones solidarias colaboran con la Asociación de Amigos y Amigas del Pueblo Saharaui de Extremadura en la recolecta de ropa, alimentos no perecederos y medicamentos por todos los municipios extremeños.