Los últimos vuelos aéreos encargados por SOS Guadiana confirman la existencia de masas de camalote aguas arriba de la localidad de Medellín. No se ha llegado a las situaciones ‘extremas’ de temporadas anteriores, pero la planta invasora está presente en los bordes de los cauces.
Una inspección a vista de pájaro termina siendo una verdadera ‘prueba del algodón’, que determina que el jacinto de agua sigue creciendo. En algunos de los tramos analizados la planta cubre hasta casi el 30 por ciento de la superficie del río.
Camalote y altas temperaturas
La preocupación de SOS Guadiana es ‘máxima’ porque a los hileros de camalote se suman las altas temperaturas del mes de octubre: un caldo de cultivo ideal para su extensión.
“Las imágenes hablan por sí solas. No solo hay en los escaparates de los puentes de Badajoz, Mérida y Medellín. Una vez más insistimos en que la limpieza debe efectuarse de arriba hacia abajo”, resalta el colectivo.
También relatan cómo les llegan imágenes de tramos del río completamente inundados, a la altura de Valdetorres, donde extensos mantos verdes se expanden a su antojo.
“Esto es un negocio”
SOS Guadiana ha denunciado en reiteradas ocasiones que los trabajos de contención y erradicación no se realizan ni en el tiempo ni la forma correcta. Reclaman a Confederación una vigilancia constante y el control de la plaga en el momento que decrece: en invierno.
A su juicio la extracción masiva de la mano de empresas subcontratas cuando más aprieta el calor ha terminado por ser un ‘negocio’. “Y mientras que haya gente que gana dinero con esto será difícil controlar el problema”.
Lamentan que la retirada es al mismo tiempo “poco transparente”. Las últimas noticias apuntan que la encomienda adicional de 3,7 millones aprobada por el Gobierno, que iba a permitir triplicar los trabajos de erradicación a partir de agosto, permanece paralizada. La asociación nacional de empresas de parques y jardines solicitaba su paralización tras la adjudicación a la empresa Tragsa, según desvelaba días atrás el diario HOY.
Valentín Pozo, miembro de SOS Guadiana, apunta en torno a esta información que el resto de empresas entienden que la adjudicación de la encomienda no se ha hecho adecuadamente. “Falta transparencia, y siguen llegando comentarios de algo que ya se ha hablado, el camalote se ha convertido en un negocio”. Exigen en este sentido mucha más transparencia, para que no haya dudas del destino de cada euro invertido en acabar con esta plaga.
¿Qué dice Confederación?
Frente estas críticas, la Confederación Hidrográfica del Guadiana destaca que continúan de forma “permanente e ininterrumpida” los trabajos de control y lucha contra el camalote en el río.
Asegura que las nuevas inversiones permitirán contener la invasión en el río, mediante el incremento de la capacidad de extracción de la planta con el fin de reducir grandes concentraciones de material.