“Diez días después de la dana la situación que está viviendo Paiporta es crítica, y la logística es difícil porque nos movíamos constantemente entre el fango y torres de coches apilados”, según ha comentado este sábado el subinspector de la Policía Local de Cáceres, Julio Flores, que ha liderado el primer grupo de agentes municipales voluntarios que han estado en Valencia.
El mando operativo decidió que actuasen durante la semana en la peor zona de la tragedia, en la localidad de Paiporta, la zona cero. “La verdad, fue un auténtico shock cuando llegamos a este lugar”, ha reconocido Flores a EFE, que ha llegado este mediodía a la capital cacereña.
“Cierto es que lo ves por la tele y en los medios, pero no te puedes hacer una idea de la dimensión de la tragedia hasta que pisas el terreno. Es como una zona de guerra”, ha relatado. El subinspector ha aclarado que “no es que se trate de un área; es que es toda una ciudad entera devastada”. Y el hecho de que “haya tanques, militares, etc. le confiere ese aire de paisaje de guerra que resulta desolador”, ha reconocido.
“Los compañeros necesitan desconectar; ha sido una experiencia dura”, ha comentado el subinspector al concejal de Servicios Públicos y Seguridad de Cáceres, Pedro Muriel. El edil ha agradecido el esfuerzo al equipo de doce agentes recién llegados de las zonas afectadas y ha trasladado a Flores que “descansen unos días. Algunos tendría que incorporarse hoy mismo a sus turnos, pero necesitan recuperarse física y mentalmente”.
El subinspector ha explicado que han trabajado 12 horas diarias y que el descanso nocturno ha sido limitado, ya que al terminar la jornada tenían que desplazarse una hora hasta llegar al alojamiento, y este domingo parte su relevo.
“Hemos pedido que se reserve un alojamiento más cercano para asegurar un mayor descanso a nuestros compañeros”, ha señalado Flores. También llevarán más refuerzo de botas, ya que “han quedado inservibles por la pura devastación que hay allí”, ha comentado el edil.
El concejal ha dicho que serán 11 los agentes que partan hacia Paiporta, con dos oficiales y nueve agentes. “Ha sido muy emocionante y duro, la verdad, pero creo que hemos hecho una buena función. Hemos trabajado muchísimas horas, con ganas, sin pedir un relevo, sin pedir un descanso; estoy muy orgulloso de mis compañeros”, ha expresado el subinspector visiblemente cansado.
Flores ha descrito la montaña de coches apilados en las calles por la fuerza del torrente y que todavía se han encontrado vías por la que no podían pasar. “Teníamos que poner la tracción del 4x4 dentro de la ciudad; era imposible avanzar andando”, ha recalcado.
Por último, ha reconocido que la coordinación “es difícil” por la complejidad de un suceso de tal magnitud, “porque son cuerpos muy diferentes. Los propios policías de allí hablaban en valenciano, luego los Mossos en catalán; nosotros en castellano con los militares, con Guardia Civil, Policía Nacional… Era complicado, pero todo el mundo quería ayudar y se ha hecho bien. Esa es mi impresión”.