La Confederación Hidrográfica del Guadiana da por finalizada la fase de limpieza intensiva en el tramo urbano de Mérida y embalse de Montijo, que en breves días recuperarán su aspecto habitual, aunque continuarán los trabajos de vigilancia y control.
La fase de limpieza de estas zonas se ha hecho aprovechando la bajada de nivel como consecuencia de las labores de conservación y mantenimiento de la presa, según informa el organismo de cuenca en un comunicado de prensa. A partir de la próxima semana se inicia otra fase de limpieza que consiste en intensificar los trabajos aguas abajo de la presa de Montijo, especialmente en el tramo urbano de Badajoz en el denominado Brazo Jamaco.
Asimismo continúan y se intensifican los trabajos de limpieza aguas arriba de Medellín con objeto de intentar reducir la longitud total de río afectado por el camalote. El resto de los dispositivos de control seguirán de forma continua tanto en la frontera con Portugal como en las barreras de contención que hay por encima de Mérida.
En una inspección recientemente realizada con medios aéreos en todo el tramo del río Guadiana, incluyendo el embalse de Alqueva, se ha podido constatar y fotografiar que el tramo más afectado por el camalote sigue siendo el comprendido entre Don Benito y Mérida.
Aguas abajo de la presa de Montijo hay muy poca cantidad de camalote, limitándose a una pequeña mancha en Badajoz capital y a unas charcas de titularidad privada en la zona de Talavera, ha asegurado la CHG.
Ésta ha defendido que continúa trabajando intensamente, con carácter continuado y preventivo, a pesar del aspecto marrón que ofrecen las manchas de camalote, debido al efecto de las bajas temperaturas atmosféricas, por si la planta tuviese capacidad para desarrollarse cuando llegue el calor.
Además, ha indicado que los contactos que mantiene con expertos de otros países (Estados Unidos, México, Alemania y Sudáfrica) vienen a confirmar que las técnicas utilizadas en la lucha contra esta especie son similares a las utilizadas en otros países.
El dispositivo
La CHG ha detallado que el dispositivo de trabajo se distribuye por zonas, entre ellas seis personas (tres barcas) en la zona de Don Benito- Medellín, para seguir con la limpieza de detalle desde aguas arriba hacia abajo, y aprovechar que ahora hay poca agua. Ocho personas (cuatro barcas) con maquinaria pesada actúan en el tramo de Medellín a Mérida quitando restos de camalote en diferentes barreras; y otras ocho personas (dos en barcas y cuatro a pie) hacen limpieza de detalle desde la Fábrica de la Luz hasta la presa de Montijo.
Igualmente, cuatro personas (dos barcas) intervienen desde el Badén de Talavera hasta el puente de la autovía en Badajoz; y otros tantos operarios (dos barcas y un equipo de maquinaria) en el Brazo Jamaco primero y después en el tramo urbano Badajoz.
La portavoz municipal de Mérida, Carmen Yáñez, ha exigido la intervención de la Unidad Militar de Emergencia (UME) para atajar la plaga del camalote en el río Guadiana ya que “hacen falta manos formadas y profesionales”, máxime cuando a la Confederación Hidrográfica (CHG) “se le ha ido de las manos” el problema.
Ha criticado la, a su juicio, “falta de responsabilidad” y el “desconocimiento” del Gobierno central ante el problema, una situación ante la que ha reclamado que la UME trabaje ya que, debido a las altas temperaturas impropias del mes del año, esta planta invasora prolifera en el fondo del río y se agravará en lo sucesivo.
Yáñez ha reclamado “la urgencia” de que el Gobierno central actúe y que, por ejemplo, se agilicen los trámites administrativos de los contratos para actuar contra la plaga. Además, se ha referido así al hecho de que el Pleno de la Asamblea de Extremadura rechazara, con los votos del PP y Podemos, exigir al Gobierno que autorice la intervención inminente de la UME. La propuesta de pronunciamiento, presentada por el Grupo Socialista, contó con el voto a favor de Ciudadanos y en contra del PP y Podemos.
En su opinión, “no todo vale en política” y no se deben utilizar las instituciones públicas, entre ellos los parlamentos, en función de los intereses partidistas. Por otro lado, se ha referido al hecho de que el Grupo Municipal Popular haya instado al alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, a reclamar a la Junta que no elimine del pago del impuesto de bienes inmuebles (IBI) por los centros sanitarios porque, según apunta, las arcas municipales dejarían de ingresar cerca de 700.000 euros.