Valencia del Ventoso reivindica su patrimonio medieval en unas jornadas

Vecinos ataviados con trajes del medievo, una obra teatral, un mercado, caballistas engalanados de época medieval, un concierto, tabernas, músicos, cetrería, tradiciones o juglares recrearán el contexto histórico en el que la Orden de Santiago llegó al pueblo.

Estos serán algunos de los atractivos de la II Feria Medieval de Valencia del Ventoso. Una cirta que no solo reivindica el pasado medieval del municipio, sino que quiere promocionar su famoso castillo, una construcción que hasta los años 50 estuvo habitada, y tras pasar por distintos propietarios y usos llegó a manos autonómicas, que proyectaron un plan de rehabilitación para poder abrirlo al público.

Sin embargo, la crisis económica paralizó el proyecto, y el castillo hoy está cerrado, solo transitado por responsables municipales cuando son necesarios trabajos para solventar pequeñas reparaciones, como ha indicado Suárez.

La edificación de esta fortaleza se inició en 1477 y a diferencia de otros castillos, se encuentra ubicado en pleno centro de la localidad, ha destacado su alcalde.

El programa

El programa se inicia el viernes con la apertura del mercado medieval, ubicado en el entorno del castillo, y se representará la obra “Las Aventuras del Peregrino Horacio y los pícaros de Palacio” en su patio de armas.

Talleres infantiles y de danza, espectáculos de cetrería, una concentración de caballistas caracterizados de la época y un concierto medieval protagonizarán la jornada del sábado, según el primer edil de la localidad pacense.

El domingo, tras el espectáculo de danza y fuego, llegará uno de los puntos fuertes del programa, la “salida del diablo”, basada en la antigua tradición medieval en vísperas de San Bartolomé.

Según las historias antiguas, el diablo visitaba el mundo antes de la llegada del 24 de agosto, campando a sus anchas hasta que San Bartolomé conseguía dominarlo y encadenarlo de nuevo, año tras año.

Un reclamo turístico

La feria también tiene un objetivo turístico, pues la población, de 2.400 habitantes, se duplica con motivo de los emigrantes o descendientes que regresan en verano para pasar unas vacaciones alejadas de los grandes núcleos urbanos, ha comentado el primer edil.