Los vecinos de Valverde de la Vera, localidad cacereña de poco más de 600 habitantes, respiran aliviados tras el tremendo susto que se han llevado esta mañana temprano, cuando se han visto sorprendidos por un torrente de agua y barro que ha recorrido parte del pueblo.
El origen del “río de barro” -como han descrito muchos de los testigos- ha tenido su origen en una fisura de la balsa de abastecimiento de agua de este municipio, que en ese momento almacenaba 60.000 de sus 100.000 metros cúbicos de agua.
El sentimiento general es que, a pesar de los importantes daños materiales que han provocado las avenidas de agua y lodo que han inundado algunas calles e infraestructuras de la localidad, podría haber sido mucho peor.
“Si esto pasa a las cinco de la tarde, con la piscina llena de gente, ahora estaríamos contando muertos”, ha asegurado un vecino, Félix, mientras se afana en retirar el barro que se ha acumulado en la puerta de su vivienda, ubicada a pocos metros de una de las zonas más afectadas, un pequeño tramo urbano de la carretera EX-203, entre Valverde de la Vera y Villanueva de la Vera.
La piscina, enterrada
La vía ha desaparecido bajo los escombros y es muy difícil poder imaginarse que tras el cartel de “Piscina” existía este tipo de infraestructura, sepultada ahora por el barro y piedras de gran tamaño.
José es vecino de la cercana Villanueva de la Vera y cada día coge su bicicleta para llegar hasta Valverde por carretera. “Creo que he sido de los primeros en dar la voz de alarma, ya que al llegar a la entrada del pueblo he encontrado un destrozo enorme. Incluso he estado parando el tráfico para nadie subiera”.
Tras saltar la carretera, la riada se ha metido de lleno por las callejuelas del municipio, primero hasta la Plaza de España, para descargar luego con gran fuerza en la puerta de la ermita, en la que ha aparecido empotrado un vehículo particular.
Ese mismo camino estaba plagado, horas más tarde, de hombres y mujeres que, escobas y palas en mano, trabajaban por achicar el agua y eliminar el barro tanto de sus calles como del interior de sus viviendas.
Carmen es una de ellas. “Estoy de obras y esta mañana tenían que venir a colocar unas barandillas en el balcón. Ahora tendré que volver a empezar casi de cero”, ha apuntado mientras limpiaba el barro del recibidor de su vivienda.
“Se veía venir”
Para algunos, lo que ha pasado hoy “se veía venir”, ya que, aseguran, la balsa de agua y la pequeña presa que la contiene ha sufrido numerosos problemas, “que en vez de atajar de una vez, se han limitado a intentar arreglar a base de poner parches, y así, pasa lo que pasa”, ha explicado con tono enfadado Carlos.
Si existían deficiencias o no será algo que determinará la investigación, que ya ha dado comienzo, y los informes de los técnicos.
Para la alcaldesa de Valverde de la Vera, Nathalie Victoria Deprez García, hoy ha sido una jornada “negra y muy, muy complicada”.
“Hemos vividos momentos muy crueles, sobre todo cuando una vecina pedía socorro y no éramos capaces de entrar en su vivienda por la violencia del agua”, ha relatado a los periodistas.
La regidora ha dado las gracias a “toda Extremadura” por el apoyo recibido esta mañana.