Temporada alta en las residencias caninas

Andrés Mateos

Cada verano las familias que tienen perro se encuentran ante el dilema de qué hacer con él durante las vacaciones. Teniendo en cuenta que un viaje encerrado en una cesta no es lo más cómodo para el animal y que además en la mayoría de hoteles y playas no les está permitida la entrada, cada vez más, los dueños optan por las residencias caninas, una alternativa cómoda en la que el animal tiene la oportunidad de tomarse sus propias vacaciones y “descansar” de sus dueños.

Según Inmaculada Guerrero, gerente de la residencia canina Cliveal de Almendralejo, en lo últimos años ha aumentado la demanda de este tipo de servicios. “La gente cada vez viene más, antes no conocían estos centros o tenían miedo de que su perro estuviese desatendido pero ya todo el mundo conoce nuestra forma de trabajar y acaban encantados”.

Además es una oportunidad para que los perros se relacionen y jueguen entre ellos, “vienen muchos perros que se pasan el año en casa y casi no se relacionan con otros de su especie, solo juegan con sus dueños, aquí vienen y pierden el miedo a ser perros” asegura Inmaculada.

La estancia media de las mascotas suele ser de 3 a 5 días y el precio por un día en una de estas residencias ronda los 10 euros, sin incluir servicios extras como puede ser de peluquería o podología. Además para estancias largas que superen el mes, tienen tarifas especiales con las que se puede ahorrar entre 1 y 3 euros por día.

El período de más ocupación en estos centros es el verano seguido de semana santa y navidades, aunque suelen dar servicio durante todo el año.