La playa ‘La Dehesa’ de Cheles y la de Orellana han revalidado sus banderas azules, un sello de calidad que la primera mantiene tras estrenarse el año pasado, mientras que la segunda lo ostenta por undécimo año consecutivo.
La Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor, promotora de la iniciativa, ha difundido el listado de banderas azules para 2020 (playas, puertos y embarcaciones sostenibles) y ha hecho hincapié en la “prevención, distanciamiento social y aforo en las playas” para reducir riesgos frente a la pandemia.
España lucirá este verano 589 banderas azules en sus playas, 23 más que el año pasado, lo que atestigua el buen estado de conservación medioambiental de estos espacios y la gran calidad de los servicios que prestan, en un estío marcado por la crisis sanitaria de la COVID-19.
Protocolo especial en Orellana
El alcalde de Orellana la Vieja, Cayetano Ramos, ha trasladado su ‘alegría y orgullo’ tras lograr este nuevo reconocimiento, un año más. Algo que según destaca pone de manifiesto que se tiene un proyecto consolidado, informa la Agencia Efe.
Aunque menos publicitado, también tiene bandera azul el puerto deportivo, siendo el único de interior de España, y el sendero que une la playa con la Sierra de Pela. Explica que el puerto deportivo ha pasado de tener 25 embarcaciones a 100, con tres pantalanes y un proyecto de ampliación para conseguir llegar a 200, ya que cada vez son más las solicitudes para fondear embarcaciones durante todo el año.
El Ayuntamiento de Orellana la Vieja contará con un protocolo de salud y seguridad que se está ultimando y con el que se garantizará la estancia de los visitantes tras las adaptaciones necesarias frente al COVID-19, aunque ha hecho un llamamiento a la “responsabilidad individual”, porque sin ella, de poco valen las medidas.
La apertura oficial de la playa Costa Dulce de Orellana con todas las garantías de seguridad no será hasta la segunda quincena de junio, aunque Bandera Azul permite posponer su apertura hasta el 15 de julio.
Ha indicado que solo en verano, la playa alberga en un día entre 3.000 y 3.500 bañistas, para un total en 2019 de 70.000 visitantes, con unas 15.000 pernoctaciones en todo el año, a los que hay que sumar los 5.000 pescadores deportivos que se acercaron hasta las aguas del embalse orellanense.
No obstante, ha señalado que el protocolo que se está preparando, apunta a que el aforo diario será de un 33 por ciento, lo que supone entre 900 y 1.000 personas, aunque dependerá de las directrices que se vayan dictando “y que, como se ve, pueden ir cambiando”.
Este año además, habrá novedades en el servicio de socorrismo, con la contratación de 13 personas en la zona de la playa, a la que hay que dar formación de posibles actuaciones ante el Covid-19, desde limpiadores a socorristas y controladores.
Mucha gente interesada en acudir a Cheles
Por su parte, el alcalde Cheles, Antonio Sierra, ha subrayado que renovar esta distinción “es una satisfacción muy grande para la población”. Algo que según comenta ayudará despertar más interés por una playa que ya el año pasado fue visitada por más de 10.000 personas.
Destaca que es un respaldo al trabajo hecho, ya que siempre se intenta “hacer todo lo que se nos pide, porque es así como se consigue”. Antonio Sierra ha confesado que aunque hasta el 20 de junio no tienen previsto abrir las playas, son muchas las llamadas que reciben de gente que se interesa por saber cómo está la situación para pasar el día allí aunque no se puedan bañar.
De cara a la nueva temporada, el Ayuntamiento de Cheles ha llevado a cabo reformas en el chiringuito y también en el alberque, que se abrirá en julio, y en las casas de la zona para que pueda pernoctar.
También se están llevando a cabo actuaciones para dar respuesta a los requisitos que desde Sanidad se les ha trasladado como consecuencia de la crisis del covid-19, y se están colocando cubos de hormigón pintados de blanco, donde poder poner las sombrilla, entre las que habrá diez metros de distancia.
No obstante, cree que la gente podrá estar a gusto porque la playa es grande, y también se adoptarán medidas como el control de accesos, para coches y personas, con el objetivo de “que todo salga lo mejor posible y con la mayor seguridad posible.
Según ha comentado, la pasada temporada hubo fines de semana en los que se congregaron unas 2.000 personas, una cantidad que cree también se puede acoger este año, ya que cuenta con espacio suficiente, además de que el pantano está más bajo.