Extremadura ha mostrado esta semana en FITUR todos sus atractivos en naturaleza, la cultura y la gastronomía. Unos ejes que cumplen precisamente estos tres destinos. Tres propuestas genuinas con las que adentrarse en esa Extremadura desconocida para muchos visitantes: su mundo rural y sus tradiciones.
La primera de ella es la majestuosidad del Geoparque Villuercas-Ibores-Jara, de la que destaca su riqueza patrimonial y natural.
Se trata de un entorno privilegiado que no para de dar buenas noticias. Tras su reconocimiento como Geoparque en el año 2011 y transcurridos los cuatro primeros años, erevalidó con creces el examen de varios expertos, que acreditaron este espacio con la “Green card” o tarjeta verde de parte de la UNESCO. Además este organismo ha aprobado en una reunión celebrada en París la denominación de Geoparque Mundial de la UNESCO a Villuercas-Ibores-Jara.
Sus visitantes encuentran aquí los terrenos más antiguos de la Península Ibérica. Sobre la tierra que pisan se conservan materiales con una antigüedad de entre 570 y 260 millones de años. La comarca Villuercas-Ibores-Jara forma parte de un selecto club de los Geoparques, por el interés ciéntífico que tienen estos 2.500 kilómetros cuadrados de terrenos. El geoparque engloba a 19 pequeños municipios, y en la actualidad dispone de ocho centros de interpretación.
No solo alberga belleza geológica, también conserva en sus roquedos pinturas rupestres, huellas que hacen palpable la presencia del hombre, junto con dólmenes, castros, castillos y una arquitectura mudéjar, que se puede contemplar en plenitud en el Real Monasterio de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad.
Las Villuercas dan respuestas al visitante sobre el origen de la vida animal en la tierra. Puede conocer el origen de una falla geológica y pisar unos terrenos que van desde el Cámbrico al Carbonífero (su antigüedad es de entre 570 y 260 millones de años).
Año Guadalupense
Esta zona de Cáceres será además este año un entorno privilegiado para las peregrinaciones. Se espera que este año miles de peregrinos acudirán al Real Monasterio de Guadalupe para conseguir el jubileo durante el Año Santo Guadalupense, que arrancó el pasado 6 de septiembre y finalizará el mismo día de este año.
Los viejos caminos de peregrinación a Guadalupe, hoy frecuentados por senderistas y ciclistas, la belleza del entorno de la Puebla, en pleno Geoparque Villuercas, Ibores, Jara, y la majestuosidad del monasterio, declarado Patrimonio Mundial, son motivos suficientes para hacer una escapada en pleno Año Guadalupense.
Cuando llegues al camarín de la Virgen, “te parecerá estar en la ”antesala del cielo“. Así es como algunos describen el Real Monasterio de Guadalupe. De planta octogonal y estilo rococó, fue obra de Francisco Rodríguez Romero. Si te gustan los pintores italianos, en esta sala podrás ver pinturas de Luca Giordano y murales de Francesco Leonardi.
Durante el tiempo en que los Jerónimos gobernaron el santuario, el extremeño Francisco de Zurbarán pintó ocho enormes lienzos para decorar la sacristía. En ellos representó diversas escenas de la vida de estos monjes que habitaban allí por entonces. También decoró los techos y la pequeña capilla de San Jerónimo.
El rey Alfonso XI, que solía ir a cazar por la zona, decidió ampliar la pequeña ermita que había antaño en Guadalupe, y en 1337 mandó construir una iglesia mudéjar que declaró Santuario Real. Pero la iglesia del Real Monasterio de Guadalupe se ha levantado tres veces. Y la actual es de estilo gótico.
La iglesia tiene planta de cruz latina y tres naves, crucero y cabecera y ábside poligonal. En su retablo mayor se pueden contemplar esculturas de Jorge Manuel Theotocópuli, hijo de El Greco.
Semana Santa de Jerez de los Caballeros
La solemnidad y veneración se mezclan con las tradiciones más arraigadas en la Semana Santa de Extremadura.
La Semana de Pasión jerezana estrenará este año el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional, otorgada en diciembre.
La mayoría de sus procesiones discurre por las calles del centro histórico de la localidad, declarado Conjunto Artístico Monumental. De este modo, Extremadura puede presumir de tres Semanas Santas que son Fiestas de Interés Turístico Nacional (Badajoz, Mérida y Jerez) y una de Interés Turístico Internacional (Cáceres).
Con una gran belleza en sus imágenes, cuenta también con “empalaos” el Lunes Santo en la procesión de la Hermandad de la Vera Cruz.
Los “empalaos” visten una enagua negra, varios metros de soga en su torso y llevarán la cara tapada, una corona de espinas en la cabeza, los brazos en cruz con un madero a la espalda y los pies encadenados.
Así representan la penitencia extrema, tras haber realizado una promesa o petición al Cristo de la Vera Cruz, que también sale a las calles en este vía crucis silencioso.
La procesión, con recorrido cambiante, discurrirá este año por las estrechas calles jerezanas de la Alcazaba y el recinto amurallado, donde a los “empalaos” les acompañan 200 penitentes con túnica negra y antorchas, además de los “cirineos”.
Serán dos horas de penitencia y silencio, en la noche sobrecogedora del Lunes Santo en Jerez de los Caballeros, a la que llegan miles de visitantes para contemplar su Semana Santa, que pretende ser en breve de interés nacional.