El Ayuntamiento de Guadalupe ha puesto en marcha un veto municipal que impone sanciones a aquellas personas que aborden a los turistas con fines comerciales. El Consistorio de Guadalupe, que estima que recibió el año pasado casi 150.000 visitantes, quiere acabar con la figura del comercial “cazaturista”.
El bando de la Alcaldía hace alusión a una práctica habitual en las terrazas de la plaza, junto al Real Monasterio de Guadalupe, y el Ayuntamiento es “responsable de la normativa y ordenación de las terrazas”.
El alcalde de Guadalupe, Felipe Sánchez Barba, ha manifestado que la medida se mantendrá durante toda la legislatura y mientras “sea alcalde de la villa”.
“Como se trata de un espacio público, ya existe tipificado un delito de acoso y vulneración de ciertos derechos de libertad, que ya están contemplados en la ordenanza, y así se regula y tipifica una sanción”.
El bando
Se publicó a principios de julio y “desde el minuto uno, se dio parte a la Policía y agentes de la autoridad para que velen porque se cumpla la normativa”.
Según el regidor guadalupense, se observa un control de la situación, pero que se debe mantener en el tiempo para que “esa figura -que no tienen todos los establecimientos-, al final, se acabe extinguiendo”.
Además, se articularán “todas las medidas extraordinarias” para hacer que se cumpla la normativa y ha precisado que si esta regulación y control policial no surte efecto, se habilitará un procedimiento por el que “el propio turista podrá tramitar una queja al Ayuntamiento que acarreará un expediente sancionador al establecimiento”.
El bando publicado justifica la adopción de esta medida urgente debido a “los presuntos acosos a personas que suponen una presunta perturbación relevante de la convivencia”. Las multas a los establecimientos sancionados pueden ascender a 1.500 euros.