¿Del otoño del PP a la primavera de Vox?
La difícil legislatura del PP de Badajoz se agrava de nuevo y al caso Astorga, que ha desmoronado la imagen de campechanería vendida por Celdrán durante años, se le suma el cacao de Gallardón y la abortada Ley del Aborto. Fragoso es gato chico y los ratones le van robando pedacito a pedacito el gran queso que heredó de Celdrán, al que no han tenido más remedio que recurrir de nuevo. La fuga de voto conservador se escapa por la derecha, por lo que a la rotonda de “piruletas” dedicada a las víctimas del terrorismo, le añade el recurso de sacar a Celdrán de nuevo a la palestra mediática en la Cope. Su último gran servicio a Fragoso, tras dejarle el camino expedito, será ejercer de muro de contención del voto más conservador, molesto por las promesas incumplidas y las posturas sorprendentes del “barón rojo” Monago.
Para colmo de males el partido de Santiago Abascal y Ortega Lara se ha reorganizado, y al calor del descontento entre las filas del PP sigue sumando militantes y apoyo en la ciudad. La reciente paralización de la Ley del Aborto y la dimisión de Gallardón pueden convertirse en el espaldarazo definitivo para que consoliden su posición. Y es que mientras el PSOE no ha tenido más remedio que entrar por el aro de las primarias, que vienen celebrando ya UPyD, Ciudadanos y especialmente Podemos con sus asambleas, a la derecha de la piel de toro el único partido que ha apostado decididamente por la democracia interna ha sido VOX.
Su receta es sencilla, una política antiterrorista y penitenciaria mucho más severa contemplando incluso la cadena perpetua, acabar con los recortes en sanidad y educación suprimiendo las comunidades autónomas, o una Ley del Aborto mucho más restrictiva que la actual. En realidad son los lugares comunes sobre los que se asienta la mayoría del electorado del PP y que a día de hoy se siente traicionado. Si al descontento nacional y regional VOX puede sumar el de los comerciantes y autónomos de la ciudad, puede liderar un sector importante de las clases medias conservadoras, en un Badajoz que cuenta con un nicho electoral de derechas de amplio espectro pero muy decepcionado.
Mientras la diversidad política que caracteriza a la izquierda se agrupa entorno a iniciativas como Ganemos, reuniendo a IU, Equo y gentes vinculadas a Podemos, el espacio de centro-derecha se desgaja con ofertas nuevas. La coalición más que probable de Ciudadanos y UPyD en el centro y el avance de VOX por la derecha, pueden dar un susto al PP de Badajoz en un momento de horas bajas, desánimo y falta de apoyos sociales.
Sin duda las próximas municipales, que son anunciadas por muchos como las que antecederán el fin del sistema de “la casta”, pueden traer resultados novedosos a Badajoz. Por lo pronto el debate izquierda-derecha ya cuenta con más interlocutores que obligarán al PP a diferenciarse por primera vez, dejando de ser simplemente la alternativa y lo diferente a la izquierda. El voto anti-PSOE, con gobiernos del PP en Madrid y Mérida, se acaba y ahora tendrán que medir su discurso con la regla que VOX les presenta, del mismo modo que IU lleva haciendo con los socialistas desde el inicio de la democracia.