Galicia amplía el cierre de la hostelería a siete nuevos municipios: la comarca de Bergantiños y Ribadavia bajan la persiana de los bares cuatro semanas

La Xunta ha decidido el cierre perimetral y la clausura de la hostelería en otros siete ayuntamientos: Ribadavia (Ourense) y los de la comarca de Bergantiños salvo A Laracha, es decir, Carballo, Cabana de Bergantiños, Coristanco, Laxe, Malpica y Ponteceso. La evolución de la incidencia acumulada y otros indicadores han llevado al Gobierno gallego a aplicar desde las 00.00 horas de mañana, sábado 14 de noviembre, las mismas restricciones ya vigentes en otros 60 municipios gallegos, incluidas las principales ciudades.

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha indicado que las medidas, que afectan a unos 60.600 habitantes, estarán vigentes durante cuatro semanas, lo que las lleva hasta el 11 de diciembre. Si hay un “reseteo” en la situación de estos territorios, ha dicho que podrían revisarse antes. En los 60 ayuntamientos en los que se aplican desde hace una semana está previsto que se levanten el 4 de diciembre.

Comesaña ha indicado que la Xunta trabaja con el comité clínico que la asesora para fijar unos criterios para la salida de estas restricciones, que tendrán en cuenta tanto indicadores numéricos como “la forma” en la que se levantarán las limitaciones. Por el momento, ha descartado que se supriman en los lugares en los que se están aplicando, pese a la mejora de los datos en algunos de ellos, como Santiago, Ferrol y O Carballiño. Argumenta que “no tendría sentido” abrir un ayuntamiento y “en dos semanas volver a la misma situación”. “El esfuerzo tiene que servir para algo”, ha defendido.

La Xunta está también especialmente pendiente de la evolución en otros tres ayuntamientos, en los que el comité clínico ha descartado endurecer las medidas por el momento: Chantada (Lugo), Sanxenxo (Pontevedra) y A Rúa (Ourense).

La directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, ha considerado que Galicia puede albergar “razonables esperanzas” de que la situación epidemiológica está en “un momento de estabilidad con tendencia al descenso”. En cualquier caso, ha hecho notar que las restricciones tienen efectos “normalmente entre ocho y 20 días después”. Es, por lo tanto, pronto para analizar los resultados de los cierres de la hostelería y las limitaciones a la movilidad entre ayuntamientos. En el mismo sentido, Comesaña ha atribuido la ralentización en el ritmo de contagios de los últimos días a decisiones anteriores, como haber limitado el número de personas que se pueden reunir o haber impedido los viajes en el puente de Todos los Santos.

El número de casos activos continúa a la baja en Galicia, por sexto día consecutivo, debido a la gran cantidad de altas registradas. Fueron 640 en las últimas 24 horas. La comunidad detectó en ese mismo periodo 625 nuevos positivos, 611 de ellos a través de una prueba PCR. Ha vuelto, de este modo, a cifras por encima de 600, después de cinco días seguidos por debajo de ese nivel. El total de personas que están pasando ahora mismo por la infección es de 9.532.

En la pasada jornada se notificaron siete fallecimientos con COVID-19 y el total es ya de 1.046 desde que empezó la pandemia. El número de pacientes ingresados en unidades de cuidados intensivos se ha incrementado hasta 96. No obstante, caen ligeramente las cifras de personas hospitalizadas por un descenso de las que se encuentran en planta.

El conselleiro se ha referido al incremento de personas en las unidades de críticos y ha considerado que esta cifra “no hace más que confirmar la idoneidad” de las medidas adoptadas, con las que calcula que bajará la presión hospitalaria. En la actualidad está en niveles similares a los de finales de abril.