Inspectores de Educación trasladan a los centros que el uso de mamparas podría sustituir al aumento de profesores en Galicia
Las comunicaciones de las últimas horas del personal de inspección de Educación ha alarmado a equipos directivos de numerosos centros y al sindicato mayoritario en el sector, CIG-Ensino. Algunos de ellos trasladan que tanto el uso de mamparas para separar al alumnado como la educación semipresencial pueden suponer el fin de la división de las clases en grupos más pequeños y, por tanto, de la contratación de más profesorado. Los mensajes que llegan desde Inspección Educativa aumentan la incertidumbre de los centros, que aún no han recibido una comunicación oficial del aplazamiento del curso hasta el día 23 anunciada esta mañana, según indica CIG-Ensino, ni han podido leer una orden escrita que resuma las intenciones de la Consellería de Educación. En los dos últimos días, tanto su responsable, Román Rodríguez, como el presidente de la Xunta han hecho numerosas declaraciones que enmiendan el segundo y hasta ahora último protocolo de adaptación de los centros educativos ante la COVID-19, pero los que deben aplicarlo aún no han visto los cambios escritos en un documento oficial.
“El nuevo criterio para la organización de las aulas en Secundaria incluye la posibilidad colocar [sic] mamparas entre las/los alumnas/os. De esta manera, no es preciso guardar la distancia de 1,5 m entre puestos, llega con un metro. Con este nuevo criterio es posible que no sea preciso hacer desdoblamientos”, escribe un inspector de la provincia de A Coruña en un correo electrónico dirigido en la tarde de ayer a varios institutos y al que elDiario.es ha tenido acceso. El funcionario de la Consellería de Educación señala que se acudirá a los centros para analizar “si es posible, con los nuevos criterios, no hacer los desdoblamientos”.
Además, traslada que serán los centros educativos los encargados de comprar las mamparas necesarias y que, a posteriori, la Xunta reingresará su coste. “Lamento profundamente la situación en la que os encontráis, el profesorado y especialmente los equipos directivos de los centros, con constantes cambios de criterios y de instrucciones para la organización del curso, de la que es ajena la Inspección Educativa”, se solidariza el funcionario en su correo a los centros. Otras comunicaciones similares han sido confirmadas por la dirección de distintos institutos gallegos.
La comunidad escolar ha conocido dos protocolos de Educación desde el pasado mes de julio. En el primero, la separación en las aulas era de un metro “entre cabeza y cabeza”, no era mandatorio usar mascarilla y no se reducía el número de alumnos de la ratio legal de 25, pese a que así se había acordado con el Ministerio de Educación. En el segundo, publicado en agosto a diez días del inicio del curso, la Xunta introduce el uso obligatorio de mascarilla desde los seis años, aumenta la distancia de separación hasta el metro y medio y asegura que autorizará la división de los grupos para cumplir con esta distancia. Con las adaptaciones en los centros realizadas y las demandas de profesorado necesario para cubrir los desdoblamientos de aulas hechas, la Consellería de Educación aún no ha informado a los centros si recibirán el personal docente que precisan para cumplir sus instrucciones.
“No hay ningún documento, los centros están actuando en base a declaraciones, correos electrónicos o mensajes de whatsapp”, indica el portavoz de CIG-Ensino, Suso Bermello. Fue precisamente la presión ejercida por institutos y centros de Formación Profesional (FP) de Santiago y Pontevedra, que decidieron retrasar una semana el inicio del curso previsto para el próximo miércoles 16, la que llevó a la Xunta a plantearse un adiamiento en la vuelta a las aulas de Secundaria, Bachillerato y FP.
En la reunión del Consello escolar celebrada el miércoles por la tarde, un día antes del inicio del curso en Primaria e Infantil, el nuevo conselleiro avanzó el uso de mamparas cuando no se pueda cumplir con las distancias e, incluso, la autorización de educación semipresencial en algunos centros y niveles que no tengan espacio. “Vamos a contratar a más profesores, desdoblar aulas, poner mamparas y cuando no se puedan cumplir con la seguridad con mamparas, iremos a semipresencial”, aseveró el pasado jueves Alberto Núñez Feijóo. Las instrucciones de Inspección Educativa, sin embargo, chocan con esta afirmación.
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