2024, el año en el que la TVG hundió su audiencia
El cierre de 2024 en la TVG fue todo un símbolo de cómo había transcurrido el año. La caída a la mitad de quienes la eligieron para seguir las campanadas —despedidas precipitadamente entre los gritos de “Altri, non!” de parte del público reunido en la Praza do Obradoiro— tan sólo estaba refrendando el batacazo histórico que la televisión pública gallega se había dado en esos doce meses. El ejercicio que acaba de finalizar ha sido, en términos de audiencia, el peor del canal desde su creación: se quedó en una cuota de pantalla del 8,6% tras protagonizar la mayor caída entre las cadenas autonómicas. Desde el 31 de diciembre de 2023, TVG ha perdido uno de cada cinco espectadores. Eso no impide que su cúpula considere 2024 un año “muy satisfactorio”.
Tras cerrar 2023 consiguiendo el objetivo tradicional de mantenerse en dobles cifras, con un 11%, la audiencia de la televisión gallega inició una senda descendente, acentuada tras las elecciones autonómicas de febrero, que dejó dos mínimos históricos consecutivos en abril (7,9%) y mayo (7,6). Pese a una ligera recuperación, sobre todo después del verano —diciembre cerró con un 8,8% mensual— la caída era demasiado abrupta para conseguir remontar.
Según el informe anual de Barlovento Comunicación, utilizando los datos de los audímetros de Kantar Media, la audiencia de TVG cayó en 2024 en 2,4 puntos (casi un 22%). Fue el mayor desplome de todas las televisiones autonómicas, que como media perdieron un 0,4, para quedarse en el 8,1 de cuota conjunta. Tras el canal gallego, TPA registra un descenso de un 1,1, Canal Sur baja un punto y Canal Extremadura un 0,9. En ese contexto generalizado, en el grupo de cabeza apenas sube una décima Aragón TV —suficiente para alcanzar su máximo histórico, 11,6 y mantenerse segunda en el ranking de la FORTA, por encima de TVG y por detrás del 13,7 de TV3— mientras IB3 aumenta un 0,2, lo que le permite hacer su mejor dato en una década.
Salvados por la campaña
A pesar del perfil bajo con el que TVG pretendió tratar los comicios autonómicos —reduciendo los bloques de información o retrasando el anuncio de la convocatoria más de 70 minutos—, al canal autonómico le hubiese ido aún peor si 2024 no hubiese sido año electoral. Tres de los diez espacios más vistos del año estuvieron relacionados con esa cita, incluido el que reunió a más gallegos ante el canal autonómico: la noche electoral, con 182.677 espectadores y un 21,8 de cuota de pantalla. No fue el mayor share, ese se lo llevan —22,7 pero con 50.000 espectadores menos— los Fogos do Apóstolo, el despliegue pirotécnico que cada 24 de julio a las doce de la noche da la bienvenida al Día Nacional de Galicia. Junto a ellos, el fútbol y la cabalgata de los Reyes Magos copan las posiciones más altas.
Incluso en este escenario de caída, los informativos siguen siendo uno de los mascarones de proa de TVG, con un promedio del 11,7% y 70.000 espectadores por emisión. El informe de Barlovento se limita a elaborar un promedio entre las ediciones de sobremesa y noche, aunque no son equiparables: la locomotora de estos servicios sigue siendo el Telexornal Mediodía, pero, sobre todo, el Galicia Noticias, el “informativo de proximidad” que se emite justo antes, a partir de las dos de la tarde. Aun así, se mantiene lejos de los tiempos en los que esta franja se llevaba uno de cada tres espectadores en Galicia.
Año “muy satisfactorio” para la CRTVG
Con estos números en la mano, la CRTVG hace un balance “muy satisfactorio” de las audiencias de 2024, un año en el que TVG consiguió “seguir siendo el canal autonómico más visto de España” según los datos del Estudio General de Medios y se mantuvo como “tercero según los datos de Kantar Media”, posiciones “excelentes” a las que suman el “impacto” del lanzamiento de sus plataformas AGalega.gal, AGalegaAudio.gal y Xabarin.gal. “En su primer año de vida, AGalega.gal consiguió colocarse en el Top 10 de las plataformas más vistas en España, según los datos del consultor Barlovento, fue descargada en más de 200 países y ya superó el millón y medio de usuarios”, ha respondido un portavoz de la corporación a través de correo electrónico.
Unos datos que, argumenta, “cobran aún mayor importancia” en un año que fue “el de menor consumo televisivo de la historia en España”, pero también en el que se llevó a cabo el cambio “definitivo” de frecuencias de SD a HD. Además, en 2024 se vivieron “en abierto” dos eventos televisivos de “especial transcendencia”: la Eurocopa de fútbol y los Juegos Olímpicos. Esto hizo que “sólo el presupuesto en deportes de RTVE superase el presupuesto anual de toda la CRTVG”.
Todo ello, concluye, “pone en relieve que la TVG, sin endeudarse y cumpliendo su presupuesto, mantuvo su liderazgo entre los canales autonómicos y expandió su presencia digital”. La respuesta finaliza insistiendo en el carácter “muy satisfactorio” de las audiencias “a la vez que de forma interna lograba la estabilización del 100% del cuadro de personal”.
Último año antes de la ley que aumentará el control político
El año que acaba de finalizar no es un año cualquiera: si los plazos previstos se cumplen, será el último que tenga durante sus doce meses a Alfonso Sánchez Izquierdo al mando de la CRTVG. En diciembre, el Consello de la Xunta aprobó la ley de servicios públicos de comunicación audiovisual, que ahora llega al Parlamento donde saldrá adelante gracias a la mayoría absoluta del PP. Esa misma mayoría absoluta que, por primera vez, será suficiente para elegir al nuevo director xeral, ya que el nuevo texto rebaja la necesidad de una mayoría cualificada prevista en la norma de 2011.
No es la única medida que acrecienta el control político de una corporación que también cambiará su nombre, pero será la que permita a Alfonso Rueda designar a dedo a una persona de su elección y poner fin a una etapa de tres lustros, prorrogada de forma “provisional” por la puerta de atrás desde 2016 y a la que el propio Izquierdo —de 75 años e imputado por un supuesto acoso laboral contra una trabajadora— era el primero en querer dar carpetazo.
La conflictividad en la CRTVG también se disparó en 2024. Las denuncias por manipulación informativa no son nuevas —el movimiento Defende a Galega mantiene sus venres negros desde hace casi siete años: lleva ya 346—, pero se exacerbaron en el período preelectoral y durante la propia campaña. A esto se suma el deteriorado clima laboral: la sustitución del histórico magazine A Revista por un espacio coproducido, O Termómetro, detonó una huelga contra la externalización que, además de la del propio programa afectado, provocó la caída puntual de la parrilla de clásicos como Luar, buque insignia de TVG desde hace décadas, o En Xogo, la referencia deportiva del fin de semana en Galicia.
La radio, aún peor
La caída en audiencia en la corporación de medios públicos galegos no es patrimonio de la televisión, ya que el costalazo de la Radio Galega es todavía mayor. La última oleada del EGM de 2024 registraba la pérdida de la mitad de los oyentes respecto a un año antes: 113.000 frente a 225.000. Curiosamente —excepto casos puntuales como los cambios en el Diario Cultural o la supresión de los informativos locales—, la radio, con un menor impacto social que la televisión, también se había mantenido más apartada de la polémica. Sin embargo, las cosas han cambiado en la actual temporada.
El fichaje de un nuevo responsable de informativos, que cada mañana enmarca “las claves del día” en unas coordenadas que, en más de una ocasión, han replicado el argumentario del PP, o el nuevo reparto de tertulianos en el matinal Galicia por Diante —donde el tradicional equilibrio de dos opinadores pro-Xunta frente a otros dos más o menos críticos se rompe varios días a la semana para convertirse en un tres contra uno— también han colocado a la radio en el foco de las críticas.
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