En Marea reinicia sus primarias con el proceso en la Fiscalía y Podemos e IU valorando no participar
Las turbulentas elecciones internas de En Marea tienen nueva e inminente fecha. Después de que, a finales de noviembre, la comisión de garantías de la formación suspendiera la votación pocas horas antes de iniciarse alegando una alerta de acceso “irregular” al censo y con acusaciones de fraude entre las dos candidaturas en disputa; y después de que el conflicto haya llegado hasta la Fiscalía e incluso a la Guardia Civil, ya hay nueva convocatoria. Se celebrarán, excepto nuevos cambios, desde las 9 de la mañana del sábado, 22 de diciembre hasta la misma hora del lunes, 24 de diciembre.
Tras dos semanas de contactos, acusaciones cruzadas y múltiples comunicados, la comisión de ética y garantías de la formación emitía a últimas horas de este miércoles una nueva nota. Acababa de “levantar la suspensión temporal del proceso de votación”. Lo hacía después de que la actual coordinadora de En Marea cambiara la empresa encargada del sistema de votación electrónica y agregara nuevas “garantías” de seguridad. También, tras participar en un simulacro de voto en el que, por ejemplo, comprobó que “no es posible” que una misma persona vote dos veces, especifica la nota.
Después de esta decisión de la comisión de garantías -contra la que votó uno de sus miembros por discrepancias con la “poca transparencia” de lo sucedido o por el traslado del asunto a la Fiscalía-, el nuevo Comité Electoral emitía un nuevo comunicado en el que acordaba “continuar con el proceso”.
Nuevo, porque su composición ha sido modificada en plena crisis interna para expulsar a los miembros propuestos por la candidatura que aglutina a Podemos e IU frente a la de Villares.
Podemos, IU y Anova se plantean no votar
El reinicio del proceso para elegir al futuro Consello de En Marea no supone, ni de lejos, el fin de las hostilidades. Más allá de los cambios en las correlaciones internas de fuerzas que podrían salir de las propias votaciones, el conflicto por la paralización de las elecciones internas ha derivado en abiertas críticas entre sectores.
En este momento, está en el aire la participación en las propias votaciones de Podemos, Esquerda Unida y parte de Anova. En estas formaciones se pone en duda la nueva empresa encargada de la parte técnica de las votaciones. La decisión final sobre la retirada o no del proceso sería tomada en el seno de la candidatura y comunicada por sus miembros.
Mientras que en el entorno del actual portavoz, Luís Villares, se subraya que, ahora sí, existen garantías suficientes para que la votación se celebre con normalidad, voces críticas lo ponían en entredicho pocas horas antes de la nueva convocatoria y siguen haciéndolo.
Es el caso del Consejo de Coordinación de Podemos Galicia, que acusó directamente a Villares de “pretender convertir En Marea en un partido a su medida” y de “fracturar el espacio del cambio”. La dirección, ahora encabezada por Antón Gómez-Reino, dejaba además en el aire su participación en las propias elecciones si no pueden “contar con la certeza plena de que esos procedimientos se van a celebrar con todas las garantías de limpieza, transparencia y equidad”.
Esa posibilidad sigue sobre la mesa, como también una eventual impugnación de las votaciones después de que se hayan celebrado.
También en la tarde del miércoles emitían sendos comunicados críticos con la coordinadora desde Esquerda Unida y Anova. Según EU, “continúa sin existir documentación escrita que justifique las graves acusaciones” de la coordinadora sobre los accesos irregulares al censo y la expulsión de los tres miembros señalados en el comité electoral.
Los tres exintegrantes del comité comparecerán ante la prensa para ofrecer su versión de lo sucedido.
La formación ve “evidente” la “ausencia de garantías democráticas” en el proceso, afirmaban antes de los pronunciamientos de la comisión de garantías y del comité electoral. Su participación también está en el aire.
Por la parte de Anova, su comisión permanente califica lo sucedido acontecido en los últimos días como un “auténtico estado de excepción” promovido “por la coordinadora liderada por Luís Villares” con la intención de “desmovilizar a las inscritas e inscritos en En Marea”. “No es admisible que la actual coordinadora pretenda, como órgano ejecutivo de En Marea, dirigir un proceso electoral interno del que es una de las partes”, concluyó la formación liderada por Antón Sánchez. En el seno de Anova también existen dudas sobre la participación en la votación, si bien dirigentes destacados defienden mantenerla.
En este contexto las decisiones de la comisión de garantías y del comité electoral vuelven a poner en marcha una elección interna a la que, al menos de momento, concurren dos candidaturas: Coidando a casa, encabezada por Villares, y Entre todas, que lidera el ex-diputado David Bruzos y apoyan las direcciones de Podemos y EU, además de líderes de la formación como los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol. Están llamadas a votar casi 4.500 personas inscritas, unas 1.500 más que al inicio del actual proceso interno.
Lo que se dirime en estas elecciones es la composición del Consello das Mareas, esto es, la nueva dirección ordinaria de la formación nacida como tal poco antes de las últimas elecciones gallegas de 2016. Su vida interna ha venido estando marcada por la convulsión y por sucesivas reubicaciones de piezas en cada elección, todas ellas formuladas en clave de identidad e incluso de existencia de la propia En Marea.