'Precarias por la Atención Primaria': el rechazo al nuevo contrato de la sanidad gallega para eventuales se organiza
La Consellería de Sanidad y cuatro sindicatos (todos a excepción de la CIG y CCOO) firmaron esta semana un nuevo tipo de contrato para el personal eventual de Atención Primaria en el Servizo Galego de Saúde (Sergas). La Xunta presentó el pasado viernes en la Mesa Sectorial un borrador sobre las vinculaciones temporales de médicos de familia y pediatras que prevé contratos de un mínimo de un año de duración y tres de máximo y que, para el Gobierno gallego, supondrán “una mayor estabilidad de los profesionales”.
El colectivo al que va dirigida esta medida es amplio y uno de los más afectados por la precariedad, temporalidad y exagerada inestabilidad que afecta también a otros profesionales del sistema sanitario. Son muchos los testimonios de médicos que suman un gran número de contratos, centros de salud y kilómetros recorridos en apenas uno o dos años de trabajo, sin acumular antigüedad y renunciando a derechos básicos. Su situación fue la que los llevó a unirse bajo el nombre de 'Precarias por la Atención Primaria', entidad que ha elaborado ya un documento de rechazo al borrador del llamado “contrato de continuidad asistencial” y que en poco más de tres días se acerca a las 400 firmas de médicos eventuales.
Con la firma final del acuerdo entre Sergas y sindicatos, y a pesar de las mejoras en alguno de los aspectos que criticaban, su enfado no sólo se mantiene, sino que se ha incrementado por el apoyo mayoritario de casi todas las centrales a una propuesta a la que le ven puntos “indignantes”. Así, manifiestan su “más firme oposición a la negociación llevada a cabo, así como a las conclusiones y modificaciones realizadas sobre el borrador inicial” y ya preparan movilizaciones.
Pretenden levantar la voz y trasladar las demandas de un grupo de médicos con unas peculiaridades muy determinadas y unirse, organizados, a las reivindicaciones globales de mejora en la sanidad gallega. El colectivo nació del “descontento global de un sector muy específico”. “No lo creamos por oponernos a las negociaciones de los sindicatos, con los que estamos en contacto, pero sí porque nuestro caso es muy concreto”, explica Miguel López, uno de los impulsores. Todo nació en un grupo de WhatsApp en el que profesionales eventuales y precarios compartían y denunciaban su situación. Tras la publicación del borrador, ese grupo “vagamente organizado” creció en apoyo y se organizó.
Miguel López está ahora en paro. En el año y medio como médico eventual de Atención Primaria en Galicia firmó cerca de 70 contratos y trabajó en 30 centros del Sergas diferentes, con considerables distancias entre unos y otros. Su caso no es “para nada de los más extremos”, pero sí ejemplifica una situación habitual. La solución impulsada por la Xunta puede ser una base, pero para nada están de acuerdo con el resultado final
El acuerdo fue firmado por CESM-OMEGA, SATSE, CSIF y UGT pero no por CIG ni CCOO. Según la Xunta, la medida, de aplicación inmediata, “mejorará las condiciones laborales de los médicos especialistas actualmente disponibles y también las de los médicos internos residentes que tengan previsto terminar en el próximo mes de mayo”.
La Consellería asegura que este contrato de continuidad “permitirá la disponibilidad de personal para la cobertura de las necesidades asistenciales que se produzcan, posibilitará el cumplimiento de los objetivos de garantía de funcionamiento permanente y continuado de los centros sanitarios y permitirá un servicio más eficaz a la población, además de ofrecer una mayor estabilidad laboral a los profesionales, fidelizando los recursos humanos disponibles”.
Para el colectivo Precarias, el modelo firmado “perpetuará la eventualidad pero en condiciones muy precarias, resultando en una pérdida de la longitudinalidad asistencial, eje fundamental de la Atención Primaria”. “Los primeros afectados serán los enfermos, cuyo derecho a una atención digna y de calidad se verá claramente quebrado”, dicen.
Tal y como explican, este nuevo contrato obliga a los profesionales firmantes a “trabajar en períodos inferiores a 15 días en distintos centros asistenciales” (cuya dispersión geográfica máxima aún está por definir).
Según denuncian, el Sergas establece así una jornada laboral máxima de 48 horas semanales y obligará a los trabajadores a realizar, como mínimo, dos guardias mensuales en los PACs del área “sin garantizar el derecho al descanso al que obliga la ley”. Permitiría que un médico pueda tener que atender un paciente con hasta 32 horas seguidas trabajadas. “Eso no puede ser, ya no por el profesional, sino por la persona que tiene que ser atendida. No es tolerable, es una línea roja que no se debería cruzar nunca”, dice Miguel López.
Además, advierten de que las necesidades que se vean obligados a cubrir “dependerán de las gerencias del área”, por lo que se encontrarán con profesionales “obligados a trabajar el máximo de 192 horas mensuales y que conocerán sus destinos con una antelación mínima, poniendo en riesgo la seguridad de los enfermos por el exceso de horas de trabajo”. “Estas condiciones harán imposible cualquier intento de conciliación y organización de la vida personal, supeditándola a las necesidades de las gerencias”, insisten.
Con respeto del borrador inicial, Precarias por la Atención Primaria valora como positiva que sea voluntario. Por tanto, “la supresión de la obligatoriedad de la firma de este contrato y la anulación de la intención de que generaran plazas estructurales vía oferta pública de empleo”. “Estos dos puntos eran considerados líneas rojas que este colectivo no estaba dispuesto a tolerar, sin embargo hay aspectos como la obligatoriedad de guardias o el número de horas máximo que consideramos no asumibles”, dicen.
Además, insisten en su “clara disconformidad” con la negociación llevada a cabo por los sindicatos firmantes. “Entendemos que su trabajo representa y responde a intereses ajenos a los del personal médico eventual. Lamentamos que estén satisfechos con las conclusiones conseguidas y sólo nos queda transmitirles que esperamos que nuestra opinión sea tenida en cuenta de cara a futuras negociaciones”, concluyen.
El colectivo se movilizará y dice que “transmitirá a la opinión pública el perjuicio que supone” este modelo de contrato para los usuarios de la sanidad pública gallega. “Queda en evidencia que la Consellería intenta parchear un problema de calado que desborda al colectivo médico y que se encuentra enraizado en la base organizativa de la propia Atención Primaria”. “Somos médicos y médicas precarias, pero no seremos esclavos”, terminan.