Un amigo de Diego M.M., el acusado por el asesinato de Samuel Luiz al que se le atribuye haber iniciado la agresión, asegura que tuvo una conversación con él en la que este admitió el ataque al día siguiente de los hechos: “Le eché un puñetazo, pero no lo maté”. En su declaración como testigo en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de A Coruña, este joven indicó que Diego M.M. le contó que se había “enfadado” con la víctima.
En cuanto a lo ocurrido en la madrugada del 3 de julio, indicó que lo que él apreció fue una “discusión”, “como una pelea” y que él optó por marcharse. “Como había un follón, me voy”, expuso.
A preguntas de la fiscal, ha manifestado que como “no quería problemas” se puso la capucha de la prenda que llevaba cuando decidió marchar y que antes no vio, frente a lo que aseveró en su declaración tras los hechos, a un chico tirado en el suelo. De haberlo visto, añadió que se hubiera “metido dentro para separar”, dijo, según recoge Europa Press.
Este joven -de origen francés, pero que lleva nueve años en España, por lo que se recurrió a una traductora solo en alguna parte de su declaración- aseguró que tenía amistad con Diego M.M. y con Alejandro M.R. que, según los testimonios que se han escuchado en el juicio, avanzó dentro del grupo agresor por el paseo marítimo, pero nadie lo vio agrediendo a la víctima.
“A los demás los conozco, pero menos que a los otros”, dijo el testigo sobre los otros tres acusados: Catherine S.B., entonces novia de Diego y de la que en el juicio se aseguró que separó a la amiga de Samuel cuando pretendía ayudarlo; Alejandro F.G., que, según agentes y testigos, agarró por el cuello a la víctima, y de Kaio A.S.C., la persona que un testigo y policías, por las imágenes de esa noche, situaron como el joven que lanzó una patada, sin concretar si alcanzó a Samuel.
A este último acusado, los investigadores le atribuyen el robo del móvil de la víctima, motivo por el que para él se pide una pena de 27 años de prisión, por asesinato y robo con violencia. Para los demás, la petición de condena oscila entre 22 y 25 años de cárcel.
Sobre el momento de los hechos, este testigo apuntó al consumo de alcohol esa noche en el grupo, con Diego M.M. y Alejandro F.G. “borrachos”. Explicó que oyó gritar a una chica cuando ya estaban fuera del local de ocio y que no vio golpes y patadas porque él estaba a varios metros de la zona. “Cuando me acerqué ya pasó, todo el mundo estaba más adelante”, declaró. Señaló que vio a un unas “15 o 20 personas” en la zona.
“Había personas discutiendo, gritando, no sabía lo que estaba pasando”, relató. Contó también que Alejandro M.R. se acercó y fue “para adelante”, en referencia al núcleo de personas. “No agarró a nadie”, dijo, a preguntas de su letrado.
Tambié situó al resto de acusados en ese tumulto. “No vi lo que hacían”, señaló. De Catherine S.B. dijo que aseguraba que “Diego empezó la pelea” y que no la vio participar..También contó que los amigos con los que fue al local de ocio -en cuyo exterior se produjeron los hechos- se fueron por separado tras lo sucedido y que luego los volvió a ver en el parque Europa. Allí, Kaio le enseñó un teléfono: “Lo quería vender, [preguntó] que si me interesaba, pero no lo cogí”.
Por otra parte, ha reconocido que les dijo a Catherine y a Diego que siempre que salía con ellos había “movidas”. “Porque siempre había movidas entre ellos por celos”, aclaró, respecto a si se refería a que había presenciado peleas con terceros.
Ya en en el parque de San Diego confirmó que se habló de una “pelea entre ellos”, sin concretar quién lo dijo y a quiénes se refería. “Nunca dijo nada”, ha especificado, a preguntas del letrado de Diego M.M., sobre posibles reproches de este al colectivo homosexual y ante la petición de agravante de discriminación por la orientación sexual de la víctima que se le pide a él y a su entonces novia.