Al sucesor de Alberto Núñez Feijóo en Galicia, Alfonso Rueda, le gustaría que el actual líder del PP en España se mantenga en su puesto. Considera que “está haciendo una magnífica labor” después de “meses complicados”. Tras las elecciones generales de julio, la formación conservadora no logró sumar los apoyos suficientes como para gobernar, a pesar de intentar una investidura. Rueda señaló, preguntado sobre si cree que Feijóo permanecerá la próxima legislatura completa como líder de la posición que “si quiere seguir siendo el presidente del PP”, a él no se le ocurre “líder mejor”.
Sobre quien no quiso pronunciarse el presidente gallego fue sobre otra de sus compañeras de partido, Isabel Díaz Ayuso, que aseguró que el pacto entre Junts y PSOE para la investidura de Pedro Sánchez es “entrar en una dictadura”. Rueda manifestó no conocer estas declaraciones y añadió: “Cada uno tiene que saber lo que dice”. “Yo, para hacer una valoración del pacto, prefiero conocerlo muy bien”, prosiguió. A pesar de esta intención prudente, no se ahorró críticas. La primera, hacia el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quien considera que “sobrevoló” los contenidos del acuerdo sin concretarlos.
A la espera de una reflexión más pausada, dijo, cree que el acuerdo sellado implica que “los independentistas catalanes tienen todo lo que pedían, más de lo que soñaban inicialmente” y que hay “un quebrantamiento de la igualdad” en España. Lo atribuye a una supuesta “debilidad” de Sánchez que aprovecharon. Aunque el acuerdo de los socialistas con el BNG recoge que, si se condona deuda, Galicia va a recibir un tratamiento “análogo”, Rueda cree que en este caso la palabra dada no es fiable y que el Gobierno central “no tiene intención de cumplirlo”. “Quien piense que el tratamiento que se va a dar a Catalunya es el mismo que podemos esperar el resto no está en el mundo”, insistió.
Cargó varias veces contra la expresión “análoga” que se incluye en el pacto BNG-PSOE, al considerarla inconcreta. A pesar de ello, aseguró que sí va a reclamar un perdón de la deuda de Galicia con el Estado equivalente al que se aplique a otras comunidades. “Galicia no va a pasar por menos. No renuncio en absoluto, al contrario, voy a exigir, como mínimo, lo mismo”, manifestó.
Su argumento para rechazar lo que ya está sobre la mesa pero reclamar algo similar es que “lo que pide Catalunya, con unas circunstancias económicas especialmente graves, no tiene por qué ser lo que le conviene a Galicia”. Estos pactos, dijo, son “acuerdos entre partidos, pero al Gobierno de la Xunta no se ha dirigido nadie” para hablar de una condonación, algo que considera que debería hacer el Gobierno -ahora en funciones- “si va en serio”.