Alfonso Rueda reivindica la prensa libre a punto de cumplir 300 semanas de protestas por la manipulación en la TVG

La prensa libre es, según el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, “la garantía de la verdad en el sistema democrático”. Por ello, ha defendido su importancia en un acto de entrega de un premio periodístico y cuando están a punto de cumplirse 300 semanas de protestas contra la manipulación informativa en los medios públicos gallegos. La profesión, que calificó de “muy noble”, afronta “grandes retos y amenazas” desde hace años, dijo. Ante esta situación, pidió que los medios de comunicación sean “puntos de encuentro a través de los cuales ofrecer una buena información”. “Hacen falta grandes profesionales para contar los hechos con credibilidad”, añadió.

Esa libertad de prensa cuya importancia destacó este martes el presidente gallego es la que profesionales de la Corporación Radio e Televisión de Galicia (CRTVG) llevan cinco años y medio denunciando que no tienen para elaborar informaciones en los medios públicos. Las protestas, cristalizadas en los Venres Negros, empezaron en mayo de 2018, con Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta y se han mantenido después de que lo sustituyese Alfonso Rueda. Los trabajadores han ido también a la huelga en varias ocasiones. El año pasado pararon varias jornadas en protesta por lo que definían como un clima laboral “asfixiante” y represalias contra empleados “no dóciles a la manipulación”.

En aquel entonces, el presidente de la Xunta respondía las preguntas sobre el conflicto aludiendo a las cifras de audiencia. “Parece que los gallegos aprecian las emisiones y la calidad de la televisión pública gallega”, dijo en febrero de 2023.

Después del acto en el que defendió la importancia de la libertad de prensa -celebrado para entregar el premio Diego Bernal de la Asociación de Periodistas de Galicia a Aida Pena, exjefa de la Cadena Ser en Galicia-, Alfonso Rueda compartió otra reflexión a través de su cuenta en X, antes Twitter, sobre que los políticos y los periodistas tienen en común que están sometidos al “escrutinio” público.