El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha confirmado la sentencia de la Audiencia Provincial de A Coruña que condenó a diez años y medio de cárcel a cada uno de los dos hombres que, el 17 de enero de 2023, protagonizaron una maratón delictiva que comenzó con el robo con violencia de un coche en la localidad coruñesa de Oleiros y finalizó, al filo de la medianoche, estrellando ese mismo vehículo en la autovía A-6 en Baralla (Lugo). Por el medio, intentaron asaltar la joyería de El Corte Inglés en A Coruña y robaron la caja registradora de un Burger King en Lugo, a 90 kilómetros de allí.
El relato de los hechos comienza en torno a las nueve de la noche de aquel martes. Entonces, según los hechos que se consideran probados, ambos hombres, con “violencia e intimidación” se hicieron con un coche que su dueña estaba aparcando en la localidad de Perillo, en el concello de Oleiros. Desde allí, atravesaron la ría por la Ponte da Pasaxe para dirigirse a A Coruña. A unos seis kilómetros del lugar donde robaron el vehículo se encuentra El Corte Inglés. Ese era su siguiente objetivo.
Poco antes de la hora de cerrar, las diez de la noche, entraron en el establecimiento. Antes, uno de ellos se colocó en la cabeza una de las bolsa de plástico del propio centro, para evitar ser reconocido. El otro, trató de camuflarse con unas gafas de sol, una braga y un gorro. En cuanto accedieron al local, según el relato de hechos probados de la sentencia, uno fue directamente hacia el auxiliar de seguridad que custodiaba la zona de entrada y descargó sobre su cara “un spray de pimienta o semejante”, mientras el otro condenado entró con un extintor e hizo alguna descarga con él, “provocando humo para tratar de impedir el grabado de las cámaras y generar confusión mientras se dirigía a obtener algún producto de la tienda”. Finalmente, ante la intervención de un vigilante que se encontraba en las cercanías, huyeron sin conseguir robar nada. Empezaba la siguiente etapa de su carrera.
Persecución por la autovía helada
Tras huir de A Coruña, se dirigieron al Centro Comercial Las Termas, en Lugo, a 90 kilómetros de distancia. En ese lugar, robaron la caja registradora del Burger King. Cuando se marchaban del establecimiento, fueron vistos por un coche de la policía, que los estaba buscando gracias al sistema de geolocalización del vehículo robado. Entonces, se inició una persecución por la autovía A-6 en sentido Madrid. No les importó que hiciese una noche de perros, con nieve cubriendo la calzada en algunos tramos y zonas de helada.
En el kilómetro 479 -después de unos 40 kilómetros de huida- se vivió lugar otro de los momentos propios de una película: los agentes bloquearon la vía con sus autos pero, cuando llegaron los fugitivos, “sin que se pudiese averiguar cuál de ellos conducía en aquellos instantes, redujeron la velocidad y lograron escabullirse entre el mínimo hueco que dejaban los vehículos allí colocados”.
Su aventura sobre ruedas no duró mucho más: exactamente, otros seis kilómetros. “Condujeron a gran velocidad, pese a las circunstancias climatológicas adversas, hasta que, sobre las 23:30 del mismo día, en el punto kilométrico 473 tuvieron un accidente”. Sin embargo, cuando los perseguidores llegaron al vehículo, éste estaba vacío. Lo habían abandonado y siguieron su huida a pie por aquel paraje helado.
No fueron muy lejos. En torno a las 14:30 del día siguiente fueron localizados en el propio concello de Baralla por agentes de la Guardia Civil. Cuando les pidieron que se identificasen, uno aseguró no tener documentación; el otro enseñó un DNI de otra persona. Fueron detenidos en el momento y puestos a disposición judicial. Uno ingresó en prisión de inmediato; el otro, cuando recibió el alta médica por las heridas sufridas en el accidente de circulación.
Acumulación de delitos
La Audiencia de A Coruña condenó a ambos a diez años y medio de cárcel por una suma de delitos cometidos en esa frenética carrera de menos de tres horas: robo de uso de vehículo a motor, con la agravante de reincidencia; tentativa de un delito de robo con violencia o intimidación en establecimiento abierto al público con uso de armas o instrumentos peligrosos, con las agravantes de reincidencia y uso de disfraz; dos delitos leves de lesiones -por los que les ha impuesto una multa-; y un delito de robo con fuerza en establecimiento abierto al público.
Los magistrados también les impusieron la prohibición de aproximarse a El Corte Inglés de A Coruña durante un periodo de cuatro años y medio. Además, a uno de los condenados, el que se identificó con un DNI ajeno, lo sentenciaron a otros seis meses de cárcel como autor de un delito de uso ilegítimo de un documento de identidad.