La organización ecologista WWF ha reclamado el cierre urgente de las granjas de visones en Galicia, después de que se haya confirmado el tercer brote de COVID-19 en una de estas explotaciones en la comunidad desde que empezó la pandemia. Le pide a la Xunta que ponga en marcha un programa para clausurar estos centros, que considera que son “un riesgo para la salud”.
El peligro afecta más a Galicia, según sus argumentos, porque concentra más del 90% de las granjas de visones que hay en todo el país. Son 25 de las 27 totales. Desde que empezó la pandemia se han detectado tres brotes en la comunidad. Los primeros fueron en Santiago y A Baña y este miércoles la Xunta confirmó uno más en Carral (A Coruña), con cinco muestras positivas. Los análisis apuntan a que el virus pasó de los humanos a los visones.
WWF ha resaltado que lleva “meses alertando” a las autoridades españolas del peligro que representan este tipo de granjas para la salud y la biodiversidad. Las vincula con un mayor riesgo de brotes y de mutaciones y destaca que, en el caso de la de Carral, está a menos de 100 metros de las viviendas más cercanas. Hay, ha agregado, un “alto peligro de transmisibilidad” del coronavirus de humanos a visones y viceversa. Según la organización, esto ha llevado al cierre de granjas de este tipo en Europa.
La Fundación Franz Weber y Tu Abrigo Su Vida, dos organizaciones ecologistas, también han pedido el cierre de estas explotaciones de animales, en las que hay miles de ejemplares hacinados. En Carral y el vecino municipio de Abegondo hay en total 10 granjas. Consideran que este brote es “una llamada de atención que la Xunta de Galicia debería escuchar”. Sugiere una reconversión del sector con apoyo público, a imitación de otros países en los que la cría para obtener pieles se ha vetado.