El baltarismo y Mariano Rajoy nunca han estado especiamente bien avenidos, como sucedía entre el actual presidente del Gobierno de España y toda la facción del PP gallego considerada “de la boina”, de perfil más rural y, en cierto modo, galeguista. A la familia Baltar, por ejemplo, se le atribuye parte de responsabilidad en el envío de Rajoy y José Manuel Romay Beccaría al poleiro, el punto más alto del recinto, en el Congreso del PPdeG en 1998, toda una ofensa para los entonces ministros del Gobierno Aznar. Pese a todo, Ourense ha seguido siendo un enorme granero de votos para los populares durante la presidencia de Rajoy y ahora, en pleno escándalo por la denuncia de empleo por sexo que una mujer ha presentado contra José Manuel Baltar, el barón ourensano esgrime su poderío electoral para advertir de que contribuirá a otra “gran victoria” el 20-D.
Después de un bronco pleno en la Diputación, con nuevo plante de la oposición incluído, y tras confirmarse que el pleno del Ayuntamiento de Ourense -gobernado por el PP, pero en minoría- también exigirá su dimisión, Baltar asistía este lunes a un pleno infantil en la institución que preside. Pero, como en todas sus intervenciones públicas desde hace un mes, fue cuestionado sobre su caso. Y él descartó que la polémica vaya a tener influencia alguna en el resultado de las generales. Al menos, en lo que afecta al PP de Ourense.
A preguntas de los periodistas Baltar ha argumentado que “lo que nos debe preocupar” no es otra cosa que contribuir a una “gran victoria popular”. “Somos una formación que no está en campaña solo 15 días, sino los 365 del año”, resalta, y por eso dice tener la seguridad de que, tras una “gran campaña”, en “la noche del 20 de diciembre el PP celebrará en su sede una nueva gran victoria del Partido Popular en Ourense”, provincia en la que en 2011 los conservadores obtuvieron 3 de los 4 escaños en liza tras lograr el 56% de los votos.
Baltar apela a las urnas mientras sigue siendo amparado por la dirección del PP gallego -“hay una denuncia y nada más”, argumentó este domingo Alberto Núñez Feijóo-, en la que no se prevé ningún cambio en el papel del presidente ourensano en la campaña con relación a convocatorias anteriores. Fuentes de la dirección popular en Galicia consultadas por eldiario.es subrayan que la práctica habitual es que los líderes provinciales centren su actividad de campaña en sus territorios y no “fuera” de ellos, por lo que así sucederá también en esta ocasión en Ourense. De este modo, Rajoy solo tendría que compartir foto con Baltar si en su visita de campaña a Galicia -ya prevista, pero todavía sin fecha anunciada- recala en Ourense, algo que no parece lo más probable.
Pedirle responsabilidades “no es política”
En este escenario, José Manuel Baltar engrasa su poderosa maquinaria electoral y, al mismo tiempo, desdeña las peticiones de explicaciones y dimisión del resto de fuerzas. Él, dice, no hará otra cosa que “hablar de política” y “para mí, eso no es política”, por lo que PSdeG, BNG y Democracia Ourensana pueden “hacer lo que quieran”. “Cada uno debe ser responsable de lo que dice y hace” y por eso, asegura, el pasado viernes el PP continuó desarrollando el pleno en solitario mientras la oposición se ausentaba por el veto a que accediese al salón de sesiones parte del público. Pese a la tensión vivida, según Baltar esa sesión estuvo “marcada por la normalidad”.
En este sentido, al popular tampoco le preocupa las acciones emprendidas por la oposición por las restricciones de acceso al salón de plenos. El resto de grupos “se definen a sí mismos” y en las últimas semanas, dice, está quedando acreidtado “quién es responsable y quién no”. Él, afirma, “nunca haría” el “tipo de política” que están desarrollando las formaciones de la oposición desde la publicación en eldiario.es de la denuncia y de las grabaciones en las que se jacta de poder alterar el resultado de un proceso selectivo en la Diputación provincial.