Cinco entidades financieras -Abanca, Bankinter, Deustche Bank, Banca March, Société Generale- han decidido insistir en su pelea ante los tribunales contra Sandra Ortega, la mujer más rica de España, a la que reclaman 140 millones de préstamos impagados. No es la primera vez que la demandan. Ya lo hicieron en abril de 2022. En aquel momento las entidades financieras pidieron que la hija de Amancio Ortega fuese imputada por una serie de préstamos que su gestor de entonces, José Leyte, pidió para sortear la mala situación económica de sus negocios con el empresario Kike Saralosa y la cadena de hoteles Room Mate. Al igual que dijo entonces, Ortega sostiene que ese dinero se comprometió sobre documentos en los que se había imitado su firma y que, por tanto, no son su responsabilidad. Aquel intento de imputación no prosperó y los bancos no se rinden en su intento de recuperar el dinero perdido.
Las cuatro entidades financieras han decidido actuar contra quien consideran con dinero suficiente para cubrir el impago de 140 millones. Al conflicto le precede el que la propia Ortega mantuvo en los tribunales con su exgestor, José Leyte, por la falsificación de su firma en la configuración de aquellos préstamos. En mayo de 2022 el juzgado de instrucción número 2 de A Coruña acordó el sobreseimiento de aquella causa. Una decisión que provocó la segunda pelea en los tribunales que los bancos han emprendido contra la mujer más rica de España.
Sandra Ortega es propietaria de aproximadamente un 5% de Inditex. Tiene 54 años, vive en A Coruña y preside la Fundación Paideia, dedicada a la integración laboral de jóvenes discapacitados. Su fortuna está valorada en 7.000 millones de euros. Hasta noviembre de 2020 delegaba la gestión de su riqueza en José Leyte, un ejecutivo que venía de la banca privada y que trabajó para ella y su madre, Rosalía Mera, durante más de veinte años. Leyte era el máximo responsable de la gestora patrimonial de Ortega, Rosp Corunna.
Con motivo del primer intento de las entidades financieras de imputar a Sandra Ortega, su padre, Amancio Ortega, salió de su habitual mutismo para realizar declaraciones a través de un portavoz. Su entorno habló en declaraciones a elDiario.es en los siguientes términos: “Amancio está preocupado. Igual que estaría cualquier padre”.