El PSdeG ha logrado nueve diputados en el Parlamento de Galicia y un 14,04% de los votos. La caída es histórica: nunca los socialistas habían tenido un número tan bajo de asientos en el Pazo do Hórreo. Y supone la pérdida de cinco escaños, desde los 14 que tuvieron en 2020 y que los convirtieron en tercera fuerza en la comunidad, el mismo puesto en el que se quedan ahora. El candidato a la Xunta, Xosé Ramón Gómez Besteiro, compareció ante los medios para admitir “sin paliativos” que los resultados no han sido “los esperados” y anunciar que se va a quedar en la oposición para “conseguir mejores resultados en el futuro”.
Los socialistas marcan su suelo en la Cámara gallega en unas elecciones en las que el bloque de la izquierda no ha logrado sumar. En la votación, el BNG ha roto su techo y ha pasado de 19 a 25 diputados. Tras una campaña marcada para el PSOE por la implicación de los cuadros estatales del partido y media docena de visitas de su secretario general, Pedro Sánchez, Besteiro no ha conseguido frenar la tendencia a la baja que todas las encuestas pronosticaban para su partido y el recuento de papeletas supone un revés para la organización política. Entre la formación nacionalista y la socialista suman 34 escaños, lejos de los 38 que marcan la mayoría absoluta. El PP de Alfonso Rueda ha logrado 40 asientos y Democracia Ourensana, uno.
Poco antes de las 23:00, Sánchez felicitó al aspirante del PP por su victoria y trasladó su apoyo a los votantes del PSOE y a Besteiro: “Desde mañana empezamos a trabajar para construir la alternativa de progreso”. Con más del 90% escrutado fue el propio Besteiro el que compareció en público para indicar que ya había felicitado a Rueda y apuntar también al trabajo desde la oposición. Su cometido, dijo, era hacer entender a los gallegos “la importancia de estos comicios para el futuro de Galicia”: “Pero no lo conseguimos; no lo conseguimos por ahora”. El compromiso “inquebrantable” de los socialistas es “consolidar un proyecto que sea alternativa real” al PP. Él confirmó que va a hacer ese trabajo desde la oposición: “Mi destino está en el Parlamento de Galicia”.
Lo que no aclaró Besteiro es si se va a abrir un proceso interno en el PSOE tras los malos resultados de las gallegas. Tampoco entró en el análisis de las razones del descalabro: “Lo acepto sin paliativos; nos toca comprometernos desde la oposición con un trabajo más profundo”.
Aunque a los resultados finales les falta contabilizar el voto de la emigración -29.300 papeletas que deberán confirmar un diputado en Ourense que se ha anotado el PP, pero a una distancia de solo 112 del PSOE-, los socialistas han perdido más de cinco puntos en porcentaje de votos y se han quedado con por debajo de las 208.000 papeletas.
Los socialistas no han logrado tampoco ser la fuerza más votada en bastiones socialistas como la ciudad de Vigo, en la que gobierna Abel Caballero con holgada mayoría. En estas autonómicas, la fuerza más votada allí ha sido el BNG, con casi 3.000 votos más que el PSdeG. El PSdeG solo ha sido la lista más votada en cinco municipios: Ribeira de Piquín, Negueira de Muñiz y Pedrafita do Cebreiro en la provincia de Lugo, y Calvos de Randín y Entrimo, en Ourense.
Besteiro se presentaba por primera vez como candidato del PSdeG, pero no era un recién llegado a las filas socialistas. Fue elegido en 2013 secretario xeral en el partido en Galicia y se preparaba para enfrentarse al PP de Alberto Núñez Feijóo en los comicios de 2016, pero dimitió tras abrir la jueza Pilar de Lara varias investigaciones contra él. Todos los casos quedaron archivados, pero eso no ocurrió hasta diciembre de 2022. Su recuperación para la vida política se demoró apenas unos meses: fue nombrado delegado del Gobierno en Galicia en marzo de 2023, integró las listas al Congreso en las generales de julio y en octubre de ese mismo año, tras unas primarias sin adversario, fue anunciado como aspirante a la Xunta. Para darse a conocer en ese rol tuvo apenas cuatro meses, con el adelanto de cinco meses decidido por Alfonso Rueda en busca de una victoria, finalmente alcanzada, que reforzase a Feijóo en el PP.
El resultado cosechado por Besteiro es el peor que ha tenido el PSOE en Galicia y se queda muy lejos de los 25 diputados logrados por el partido en 2005, con Emilio Pérez Touriño como candidato, y que dio lugar a un pacto con el BNG, que entonces tenía 13 escaños, para poner fin a las mayorías absolutas del PP de Manuel Fraga. Los socialistas repitieron el mismo número de asiento en 2009, pero entonces el bloque de izquierda se quedó a las puertas de la Xunta y los comicios los ganó el PP de Alberto Núñez Feijóo. Antes, en las elecciones de 1989 los socialistas habían marcado el que sigue siendo su techo electoral: 28 asientos en el Parlamento de Galicia.
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