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Los pellets, Koldo o las campanadas de los Mozos de Arousa: todo tiene doble sentido en el vídeo navideño del PP gallego

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Una de las novedades que el estilo Rueda ha traído al PP gallego es el obligatorio vídeo navideño en el que, en ese tono aparentemente amable propio de la época, aprovecha para deslizar mensajes políticos. El primer tras la victoria electoral es más apacible que el del año pasado, en plena precampaña y en el que no faltó ni siquiera un “Me gusta la fruta”. Esta vez, los populares han optado por representar a su Galicia como un coro que canta afinado bajo la dirección del presidente de la Xunta: dos minutos y medio plagados de guiños, alusiones y dobles sentidos, quizá no todos voluntarios. O sí.

El vídeo arranca con Rueda en el camerino recibiendo la videollamada de Mariano Rajoy. Mientras señala la botella de agua que lleva en la mano, el expresidente del Gobierno —el único que utiliza el castellano en el vídeo— le dice que no sabe si podrá llegar porque “hay un tapón en la entrada”. No van ni siete segundos y ya llega la primera referencia: los problemas de Rajoy con la nueva regulación europea sobre los tapones, el mejor sketch de este año en el Foro La Toja, cuando Rajoy confesó: “Me puse hecho un circo”.

Tras esta breve conversación, y tras recordarle que podía seguirlo todo “por streaming”, el presidente de la Xunta atraviesa los sótanos del auditorio. En su paseo, se cruza con gente ensayando, tarareando el himno del PP —“lalá, lalá, lalalalá”— hasta que llega a otro camerino. “¡Hombre!”, saluda a Raúl Santamaría, el Mozo de Arousa diputado en el Parlamento gallego. “¡Yo que quería dar las campanadas!”, se queja el exconcursante de Reacción en Cadena, tras el compromiso oficioso de Telecinco que finalmente se quedó en nada. “Tranquilo, que este año das la campanada seguro”, le contesta Rueda mientras le regala... una campana dorada, que el Mozo se queda haciendo sonar con cara de satisfacción.

Si en el vídeo del año pasado, el del autobús, era Puigdemont el que se quedaba en tierra, esta vez a quien no permiten entrar en el auditorio es a un trasunto de Koldo, el exasesor del PSOE, que ha dado nombre a toda una supuesta trama de corrupción. “Un tal señor García, que pregunta si también puede cantar”, le dicen a Rueda en una de las puertas. “Ah, pues donde tiene que cantar es en otro sitio”, contesta, impidiéndole el paso mientras le apunta con el dedo.

Tras este encuentro, el líder del PP gallego accede al escenario y es allí, en el backstage, donde contacta con otras actrices secundarias ya habituales en estos vídeos: sus hijas. “En diez minutos conectadas, que este año lo petamos, ¿eh?”. Tras ellas, es el turno de los presidentes provinciales y la secretaria general, otros fijos desde 2022, cuando Rueda aún ironizaba con que nadie conocía todavía al sucesor de Feijóo.

Son Luis López, Diego Calvo, Paula Prado, Elena Candia y Luis Menor, el sustituto de Baltar en Ourense, al que le regalaron el año pasado el obligatorio jersey navideño. Entre las indicaciones que van dando —“Cuidado con la escalera”; “Al fondo a la derecha”, “Bienvenido...”— llama la atención la frase de Menor: “Venga, vamos a colocarnos todos, ¿vale?”. Más allá de posibles ecos a Tierno Galván, esa sentencia, en boca del presidente de un ente provincial que funcionó durante décadas como paradigma del enchufismo, adquiere un nuevo significado.

Una mujer, al frente de un grupo apresurado, pregunta: “¿Por aquí es por dónde se entra?”. Quien le contesta es el conselleiro do Mar, Alfonso Villares, utilizando una frase que marcó la crisis de los pellets: “Sí, pero tranquilos, que todos entran por donde entran y salen por donde salen”. La original pretendía contestar a una pregunta sobre qué pasaba con las bolas de plástico ingeridas por los peces. Entonces hubo quien la comparó con los famosos hilillos de plastilina. Pero no nos anticipemos, que Rajoy también volverá.

Con el coro colocándose, Toñito, el que era hooligan de Feijóo y hoy lo es de su heredero, levantó su pancarta unipersonal al grito de “¡Rueda non para!”. Un exabrupto que fue acallado por el presidente del Parlamento, Miguel Santalices, con su onomatopeya clásica: “¡Che-che-che!”, lo que provoca la carcajada general.

“Con permiso, buenas tardes”. Un sosias de Cristian Ventura, el camarero viral de TikTok le acerca al presidente la partitura en bandeja y ya puede empezar la actuación. Se arrancan con Xuntos, el tema de Juan Pardo, himno clásico del PP gallego, pese a su reciente versión sovietizada por parte de Familia Caamagno. Rueda interrumpe: “Esto está muy bien, pero ¿qué tal algo más navideño?”. Es entonces cuando el coro —en el que se alternan las caras de los políticos con los rostros anónimos— interpreta Noche de paz. Todos tienen en sus manos una carpeta con la partitura y el texto Galicia suena bien.

“¡Qué guardado lo tenía! ¡Éste le va a quitar el puesto a Mariah Carey”, exclaman, tablet en mano, las hijas del presidente. No son las únicas espectadores que siguen por streaming cómo Rueda dirije a su coro. “Este concierto sí que suena bien”, afirma Alberto Núñez Feijóo sin apartar la vista del móvil. Y, como si estuviese disfrutando de un partido del Real Madrid, Rajoy, frente a su ordenador, concluye: “¡Cómo afina!”. Lo hace tan convencido que parece que va a soltar “y no como la Fiscalía”, aunque eso, más que a Álvaro García Ortiz, hubiese sido una bofetada a Jorge Fernández Díaz.

Finalizado el villancico, llega el discurso. “Queremos que la Navidad suene bien para todos”, dice Rueda a cámara, con todo su coro detrás. “Porque cuando los gallegos nos juntamos sonamos muy bien y nuestro futuro tiene que sonar áun mejor”. Sin olvidar “un saludo muy especial y muy cariñoso para los afectados por la catástrofe de Valencia”, el líder del PP gallego se despide en un primer plano: “Bo Nadal para todos e todas”.

Una de las novedades que el estilo Rueda ha traído al PP gallego es el obligatorio vídeo navideño en el que, en ese tono aparentemente amable propio de la época, aprovecha para deslizar mensajes políticos. El primer tras la victoria electoral es más apacible que el del año pasado, en plena precampaña y en el que no faltó ni siquiera un “Me gusta la fruta”. Esta vez, los populares han optado por representar a su Galicia como un coro que canta afinado bajo la dirección del presidente de la Xunta: dos minutos y medio plagados de guiños, alusiones y dobles sentidos, quizá no todos voluntarios. O sí.

El vídeo arranca con Rueda en el camerino recibiendo la videollamada de Mariano Rajoy. Mientras señala la botella de agua que lleva en la mano, el expresidente del Gobierno —el único que utiliza el castellano en el vídeo— le dice que no sabe si podrá llegar porque “hay un tapón en la entrada”. No van ni siete segundos y ya llega la primera referencia: los problemas de Rajoy con la nueva regulación europea sobre los tapones, el mejor sketch de este año en el Foro La Toja, cuando Rajoy confesó: “Me puse hecho un circo”.