Un blog de elDiario.es Galicia en el que encontrarás pequeñas cosas que caen en la red y dan que hablar.
Rueda se transforma en Gandalf 'El Gris' para participar en el Entroido de Verín
Cuesta imaginar a Ana Pontón como el balrog, un demonio gigantesco con un látigo de fuego, aunque quizá así es como ve Alfonso Rueda a la líder del BNG. Tal vez por eso, el candidato del PP a la presidencia de la Xunta eligió acudir al Xoves de Comadres de Verín -una de las grandes citas del carnaval en Ourense- ataviado como Gandalf, el mago de El Señor de los Anillos que se planta ante el balrog al grito de “¡No puedes pasar!”, una escena que forma ya parte de la historia del cine.
Tantos años después, nadie se enfadará si hacemos spoiler: Gandalf aparentemente muere en su combate con la criatura pero reaparece convertido en Gandalf El Blanco, una nueva túnica y un nuevo color, para guiar a hombres, elfos y enanos en la victoria final contra Sauron. Sin embargo, aunque Alfonso Rueda pudo haber apostado por esa versión del mago, su disfraz -y el de sus compañeros, aunque Gandalf sólo había uno- elige la anterior etapa, cuando Gandalf era El Gris, un apelativo que persigue al sucesor de Feijóo, al que se le ha achacado su falta de carisma -los memes tras el debate en la TVG lo presentaban como el perfecto enterrador- y a quien incluso una revista del corazón llegó a pixelar el rostro al confundirlo con uno de los escoltas de la reina Letizia.
Pero la noche fue larga y, como quien se deshace de unos tacones para poder seguir bailando, Rueda no tardó en prescindir de la barba. La sustituyó por unas grandes gafas con las que parecía imitar a otro conocido mago de la ficción, el alumno predilecto de Hogwarts. Así que lo que no logró ni el fan fiction más loco se hizo realidad allí donde todo es posible, en el Entroido de Verín: entra Alfonso Rueda y sale ¡Gandalf Potter!
(Y, sí: nosotros también estamos seguros de que utilizaron la María Caipirinha de Carlinhos Brown sólo para poder corear “Pe-PePé-PePePé-Pepé”)
Cuesta imaginar a Ana Pontón como el balrog, un demonio gigantesco con un látigo de fuego, aunque quizá así es como ve Alfonso Rueda a la líder del BNG. Tal vez por eso, el candidato del PP a la presidencia de la Xunta eligió acudir al Xoves de Comadres de Verín -una de las grandes citas del carnaval en Ourense- ataviado como Gandalf, el mago de El Señor de los Anillos que se planta ante el balrog al grito de “¡No puedes pasar!”, una escena que forma ya parte de la historia del cine.
Tantos años después, nadie se enfadará si hacemos spoiler: Gandalf aparentemente muere en su combate con la criatura pero reaparece convertido en Gandalf El Blanco, una nueva túnica y un nuevo color, para guiar a hombres, elfos y enanos en la victoria final contra Sauron. Sin embargo, aunque Alfonso Rueda pudo haber apostado por esa versión del mago, su disfraz -y el de sus compañeros, aunque Gandalf sólo había uno- elige la anterior etapa, cuando Gandalf era El Gris, un apelativo que persigue al sucesor de Feijóo, al que se le ha achacado su falta de carisma -los memes tras el debate en la TVG lo presentaban como el perfecto enterrador- y a quien incluso una revista del corazón llegó a pixelar el rostro al confundirlo con uno de los escoltas de la reina Letizia.