El BNG, muy lejos del grupo propio, se queda con un escaño en Madrid a un año de las elecciones gallegas

Las expectativas, alimentadas por la propia organización, eran elevadas. Conseguir un grupo parlamentario propio en Madrid, para el que se requieren cinco escaños, era su objetivo declarado. Pero la polarización entre bloques a izquierda y derecha ha impedido que el Bloque Nacionalista Galego consolidase su ascenso. Con el 96% escrutado, avanza en voto pero solo tendrá un escaño en el Congreso, el de Néstor Rego, que lo ocupó durante los últimos cuatro años. En 2019, la izquierda nacionalista gallega apoyó la investidura de Pedro Sánchez, aunque después tomó distancia del Gobierno de coalición y votó en contra de muchas de sus medidas.

Además del grupo propio, la idea de que el voto al Bloque “valía doble”, para ejercer su “defensa de os intereses de Galicia” y para impedir un ejecutivo de alianza entre la derecha de Feijóo y la ultraderecha de Vox, centró los mensajes de los nacionalistas. Rego, elegido por la provincia de A Coruña, lo declaró a elDiario.es: “Si de nuestro voto depende, ni Feijóo ni la ultraderecha van a gobernar nunca”.

El BNG encabeza la oposición al Partido Popular en el Parlamento de Galicia. Falta, a lo sumo, un año, para que Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia, convoque comicios autonómicos. Las especulaciones sobre un posible adelanto electoral son intensas.