El efusivo abrazo del presidente de Iberdrola a Alberto Núñez Feijóo, inmortalizado en fotografía durante su primera toma de posesión como jefe del Ejecutivo de la Xunta en 2009, volvió este miércoles al Parlamento gallego. Fue de la mano de Ana Pontón, líder del BNG, que recordó las amistades de Feijóo y el Partido Popular en las grandes compañías eléctricas. “Hay a quien le sorprende que el PP votase en contra de un impuesto a las eléctricas”, dijo en la sesión de control a Alfonso Rueda, “a nosostros no. Solo hay que ver a quien abraza el presidente de Iberdrola”. Rueda se desentendió, y ni siquiera respondió a la acusación, lanzada por la nacionalista, de que su formación “trabaja para las eléctricas”.
La pregunta original trataba sobre la crisis de precios y el deterioro de la sanidad pública. Pontón recordó al sustituto de Feijóo al frente del Gobierno gallego que los salarios y las pensiones habían bajado un 11% en Galicia durante los últimos 12 meses, y que la atención primaria en la comunidad es la décimo cuarta por inversión entre las 17 autonomías del Estado. La portavoz del BNG resumió su impresión del trabajo de los sucesivos gabinetes populares: “13 años de sumisión al centralismo y 13 años de oposición a la oposición”. Rueda no tardó en confirmar la primera parte de la afirmación. Dedicó más de la mitad de su primera intervención a atacar a los nacionalistas con asuntos apenas relacionados con la cuestión a debate.
“Les reconozoco la perseverancia. Llevan 40 años repitiendo las mismas letanías negativas”, le espetó a Pontón, en referencia al cuadragésimo aniversario de su fundación que el BNG celebra estos días, “pero cuando se le pregunta a los gallegos, cada cuatro años, prefieren el PP”. También le afeó a la líder del Bloque sus viajes, que calificó de “vacaciones” a pesar de tratarse de la agenda internacional de la formación nacionalista: participó en la campaña a favor de la constitución finalmente rechazada en Chile y en la toma de posesión de Gustavo Petro en Colombia. El caso es que Rueda no entró en materia -inflación y sanidad pública- hasta el tramo final y lo hizo para recitar a toda velocidad una retahíla de cifras y medidas adoptadas por la Xunta antes del parón de agosto. Nada nuevo. Y volvió con la oposición a la oposición: arremetió contra el voto del BNG en el Congreso contrario a la amplación de la OTAN.
Los palcos de VIP de Rueda en el Xacobeo
El segundo turno repitió guión, aunque las críticas de Rueda al BNG incorporaron una novedad: “A ustedes les molesta el Xacobeo”. Era su manera de responder a la exposición de Pontón sobre la querencia del presidente de la Xunta, dijo, por “las entradas gratis y los palcos VIP”. Se refería a los más de 500 pases regalados por el PP a altos cargos del partido -entre ellos el propio Feijóo o el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla- para el concierto de C. Tangana organizado en Vigo por el Gobierno gallego. También mencionó los 2,5 millones de euros que el Ejecutivo gastó en el concierto de Muse en la misma ciudad y sobre los que Rueda se negó a opinar o dar explicaciones. Asistió, eso sí.
El intercambio con el portavoz socialista, Luis Álvarez, versó sobre el inicio del curso escolar. Álvarez atacó con dureza unas declaraciones del conselleiro de Educación, que vaticinaba un comienzo “caótico” en las escuelas debido a la aplicación de la Lomloe. “¿Es admisible que el responsable político de la educación en Galicia fomente de esta manera la alarma?”. El diputado explicó que la tasa de abandono escolar resulta más elevada en Galicia que la media europea, pero la inversión en relación al PIB o el aprendizaje de lenguas extranjeras, menor. Nada de eso parece inquietar al presidente de la Xunta que, con una figura recurrente en sus discursos parlamentarios, tildó de “tremendista” y “busca titulares” la posición del PSdeG.
Lo que siguió fue la estrategia de defensa habitual, basada en una interpretación como mínimo parcial de las cifras: “Ustedes [en referencia al bipartito, derrotado en las urnas hace más de 13 años] no tenían resultados tan buenos” y “la Lomloe [del Gobierno central] va a suponer un desastre”. “Quieren erradicar la cultura del esfuerzo, y no es lo mismo suspender que aprobar”, resumió Alfonso Rueda.