A los biólogos especializados en cetáceos ya les habían llegado testimonios que apuntaban a que había interacciones entre grupos de orcas y de delfines, un comportamiento “raro” porque la primera especie no suele juntarse con otros animales, pero hasta ahora no había una prueba documental. En la última semana, sin embargo, una embarcación tomó imágenes de una orca acompañada de un grupo de delfines en aguas gallegas, en la zona de Fisterra. Es la primera vez en el mundo que se aporta un documento visual de estos viajes conjuntos, dice Alfredo López, doctor en biología especializado en cetáceos y miembro de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma).
“Ya teníamos datos de que los delfines podían ir con las orcas porque algunos navegantes nos hablaban de unas orcas muy pequeñitas, muy pequeñitas. Y no nos encajaba”, explica López, que concluye que esos ejemplares pequeños eran en realidad delfines. El biólogo señala que en este caso documentado con imágenes los animales coincidieron en la misma ruta y compartieron viaje. La situación “más apurada” es para los delfines, pero este comportamiento confirma que las orcas no tenían una actitud agresiva, dice. Si los delfines no se sienten amenazados, para ellos la compañía es “como si fuesen con guardaespaldas”. En cualquier caso, este acercamiento es “desconocido para la ciencia” y no está “suficientemente descrito”.
Cree que la asociación no les aporta ningún beneficio a las orcas, sin embargo. En este caso, según explica en una publicación en su perfil de Facebook el Grupo de Trabajo de la Orca Atlántica, del que forma parte López, una orca entró por la popa de una embarcación en la costa gallega en compañía de delfines y quienes iban a bordo del barco captaron el momento. “Esto confirma que la actitud de las orcas, independientemente de los motivos que las llevan a estas acciones, no es agresiva”, añade la publicación.
Este verano se han notificado varios casos de interacciones de orcas con embarcaciones en la costa gallega, como en años anteriores. Algunos de los encuentros se han saldado con barcos con alguna pieza rota y que han tenido que ser remolcados a puerto.