En medio del intenso debate sobre la petición de la Generalitat para llevar a cabo un referéndum en Cataluña sobre la independencia, A Coruña espera también por su consulta. El gobierno municipal tiene hasta mediados del próximo mes de mayo para responder a la petición hecha por la Asociación Animalista Libera, la plataforma Galicia Mellor Sen Touradas (GMST) y su colectivo juvenil, Mocidade pola Abolición, que registraron a finales del mes de marzo una iniciativa en la que instan al Ayuntamiento a tomar partido sobre la posible convocatoria de una consulta popular sobre “la implicación de la administración local en la organización y realización de festejos taurinos”.
Con la asistencia técnica de la Fondation Franz Weber, organización consultiva de la ONU, los tres colectivos registraron el pasado 24 de marzo esta iniciativa amparada en dos normativas: la Ley Orgánica 4/2001, reguladora del Derecho de Petición para los ciudadanos, y el Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana, promovido por el Ayuntamiento de A Coruña en 2004, que regula las fórmulas que los habitantes de la urbe tienen a su disposición para hacer efectiva la participación del electorado. Este reglamento contempla, entre otras iniciativas, la posibilidad de convocatoria de un referéndum para decidir sobre aspectos municipales o que afecten al consistorio. Una norma que es “papel mojado porque no se emplea”, como recuerda Rubén Pérez, portavoz de GMST, pero que sí ofrece posibilidades de llevar a cabo este referéndum, apoyado por buena parte de la sociedad y por la oposición.
“Estamos a la espera”, añade Pérez, que es consciente de que lo más probable es que el gobierno local del PP, presidido por el alcalde Carlos Negreira, no admita la propuesta. Para decir no tiene un plazo de 45 días, que se cumplen a mediados de mayo. En ese caso, tendría que motivar la inadmisión a trámite de la propuesta. “El problema es cómo va a justificar el Ayuntamiento que no acepta una consulta sobre la que tiene competencias; si dice que no, tendrá que aclarar que es porque le da la gana y será difícil argumentarlo porque a la mayoría del gobierno municipal no le gustan las corridas de toros y no acude a ellas”, explica el portavoz de GMST, que advierte ya que las asociaciones impulsoras acudirán al Valedor do Pobo si la administración local no da respuesta a su iniciativa.
Si la junta de gobierno local admite a trámite la petición, con independencia del resultado final, el plazo para responder aumenta en 45 días más. Según la Ley Orgánica 4/2001, si la petición se estima fundada, “la autoridad u órgano competente para conocer de ella, se verá obligado a atenderla y a adoptar las medidas que estime oportunas con el fin de lograr su plena efectividad, incluyendo, en su caso, el impulso de los procedimientos necesarios para adoptar una disposición de carácter general”.
La consulta, al no ser la prohibición total y efectiva de las corridas de toros una competencia local sino autónomica, sería sobre la inversión de dinero público o de instalaciones municipales a favor de las corridas. Sería la prohibición de facto de este espectáculo. “En los últimos años, con menos soporte de público, ya ha quedado claro que a los organizadores no les cuadran las cuentas. Si no hay subvenciones, las corridas son inviables porque no hay demanda real ni suficiente, fue algo impostado desde los años 90 por una ocurrencia de un alcalde”, explica Rubén Pérez en referencia a Francisco Vázquez y al inicio en 1991 de una feria taurina en la que se llevan gastados unos 1,5 millones de euros desde el Ayuntamiento.
De hecho, en la feria de 2013 el Ayuntamiento incrementó en un 5% la subvención y aportó 95.000 euros a las corridas, pero tan solo se vendió el 20% de las entradas. Más de 2.000 espectadores accedieron a través de convites gratuitos. Además, el Ayuntamiento ya está estudiando la situación creada por la decisión de la empresa organizadora de las corridas de no renovar la concesión ante lo ruinoso del negocio.
Los impulsores del referéndum llevan a cabo una campaña por la Red (RumboReferendo.info) y ya han recogido más de 66.000 firmas contra los festejos taurinos. Además, ya se han puesto en contacto con una empresa experta en referéndums y consultas populares que trabaja para diferentes gobiernos y que sitúa entre 20.000 y 40.000 euros el presupuesto necesario para organizar la votación en A Coruña. Podría realizarse a través de Internet, con una contraseña específica para cada ciudadano empadronado y con la posibilidad de realizar más consultas sobre otros temas importantes para la localidad. “Es probable, es factible y es posible; los resultados serían casi inmediatos y podría haber instituciones que supervisaran el proceso”, insiste Rubén Pérez, que coincide con el lema de GMST, que cree que “políticos y peñas taurinas no quieren una consulta ciudadana porque les da miedo el poder social”. “Votar es normal”.
El caso es que tres de cada cuatro coruñeses (el 75,5%) se muestran contrarios a que el dinero público sostenga artificialmente este espectáculo, según la última encuesta realizada por Obradoiro de Socioloxía, una cifra que se acerca al 100% entre los menores de 44 años. De hecho, solo entre los mayores de 60 años hay una mayoría de personas que defiende las subvenciones públicas para este espectáculo. GMST recuerda desde hace años esta falta de apoyo ciudadano y reclama una vez más la retirada de toda aportación económica, lo que de facto llevaría a la no organización de la feria.
Ahora, será el gobierno local de A Coruña el que decida si da voz al pueblo para decidir sobre un espectáculo subvencionado con cada vez menos público y con un apoyo minoritario y residual en la ciudad. La respuesta, en tan solo unas semanas.