La reforma de las Administraciones locales que prepara el Gobierno central promete revolucionar los ayuntamientos. Sobre el dogma de la austeridad y el equilibrio presupuestario los gobiernos de los municipios ven con temor como la lupa del déficit se posa sobre el funcionamiento diario del ente público más próximo a la ciudadanía. El gabinete de Rajoy prevé una férrea disciplina presupuestaria y, en buena medida, vaciar de contenido los ayuntamientos de menores dimensiones. En este contexto, un vistazo a las cuentas municipales permite realizar una radiografía de la cuestión, así como del comportamiento de los diferentes ayuntamientos en plena crisis económica. Un buen indicador para este ejercicio son las cifras de deuda pública de cada Administración local que cada año publica el Ministerio de Hacienda. Según los datos de esta estadística los ayuntamientos gallegos incrementaron su endeudamiento en un 19,8% entre 2011 y 2012 y los que más deuda acumulan son A Coruña y Santiago, ambos gobernados por el PP con mayoría absoluta.
Aunque el Gobierno central carga gran parte del peso de su reforma en los pequeños municipios son las grandes ciudades, como era de esperar, las que acumulan el grueso de la deuda. De los 773,5 millones de euros que resultan de sumar la deuda de todos los municipios gallegos más del 46% corresponde a las siete ciudades junto con Vilagarcía de Arousa. No obstante, el comportamiento financiero de las grandes urbes no fue el mismo en todos los casos. Así, un vistazo hacia atrás permite conocer que en el último año A Coruña y Santiago no sólo se mantuvieron a la cabeza del endeudamiento, sino que además lo incrementaron. En el caso coruñés, la subida fue del 9,3% hasta llegar a 79,5 millones y en Compostela la deuda es de 63,8 millones, un 9,5% más que al final del año anterior. También Ferrol (PP) terminó 2012 con más deuda que en 2011 -un 7,8% más, hasta los 32,5 millones- y a Vigo (PSdeG) le sucedió lo mismo, con 55,7 millones de euros que suponen un 21,15% más, el mayor incremento de la Galicia urbana.
Frente al crecimiento de las deudas coruñesa, compostelana, viguesa y ferrolana se encuentran las restantes tres grandes ciudades, que mermaron su deuda viva entre 2011 y 2012. De los tres gobiernos municipales que reducen deuda lo que lo hizo en un porcentaje menor fue Ourense (PSdeG), que pasó de 48 millones a 47,8 -una reducción del 0,5%-. La siguiente ciudad que más redujo su endeudamiento fue Lugo (PSdeG), que finalizó el pasado año con 39,6 millones de euros, case un 6% menos que en el año anterior. El mayor recorte de endeudamiento se encuentra, según los datos de Hacienda, en el Ayuntamiento de Pontevedra (BNG), que con su reducción del 14% queda con 20,5 millones de deuda, la menor cifra de las siete ciudades que la deja también por debajo de Vilagarcía (PP), cuyo gobierno local acumula 21,2 millones de deuda.
Cincuenta y ocho concellos sin deudas
Al margen de la Galicia urbana hay hasta cinco villas medias que superan los 10 millones de euros de deuda según la misma base de datos oficiales. En este caso están Viveiro (14,7 millones), Sanxenxo (13,9), Cangas do Morrazo (13,4), Narón (11,9) y Mos (11,4). En la banda media, entre los 5 y los 10 millones, están municipios como Culleredo (9,3), Poio (8,8), Ribeira (6,8) o Ames (5,4). A continuación, por encima del millón de euros se encuentran las cuentas municipales de ayuntamientos como Allariz (4,7 millones), Vilalba (4,3), Lalín (4), Teo (3,08), Monforte (2,6) u O Barco de Valdeorras (1,8). Por debajo de este nivel están ayuntamientos en su mayoría de pequeñas dimensiones y que van desde casos como los 993.000 euros de Vedra o los 793 de A Mezquita hasta los 13 millones de Chandrexa de Queixa y los 7 de Pazos de Borbén.
En este contexto de estrecheces económicas hay casi una sesentena de concellos que afrontan la tormenta financiera y la mencionada reforma local sin tenerse que preocupar por el endeudamiento, por lo menos de momento. Son, concretamente, 58 ayuntamientos que según el Ministerio tienen cero euros de deuda pública. En esta situación se encuentran Abegondo, Aranga, Arteixo, Boimorto, A Capela, Cerdido, Cesuras, Coirós, Dumbría, Irixoa, Mañón, Muxía, O Pino, Pontedeume, As Pontes, San Sadurniño, Touro, Trazo, Vilarmaior, Zas, Becerreá, Cervantes, O Corgo, Xove, Navia de Suarna, Negueira de Muñiz, As Nogais, Pedrafita do Cebreiro, Ribeira de Piquín, Samos, Triacastela, Barbadás, Beade, Carballeda de Valdeorras, Cenlle, Coles, Leiro, Manzaneda, Melón, A Merca, Paderne de Allariz, Parada de Sil, Punxín, San Cibrao das Viñas, A Teixeira, Viana do Bolo, Vilamarín, Vilar de Barrio, Vilardevós, Campo Lameiro, Cotobade, Cuntis, Mondariz-Balneario, As Neves, Pontecesures, Ribadumia, Rodeiro y Valga.
Lugo, la diputación con menos deuda y la que más la reduce
Las estadísticas del Ministerio de Hacienda también permiten conocer la gestión que realizan de la deuda pública las instituciones históricamente más cuestionadas del ámbito local pero que, no obstante, van a ser reforzadas con la reforma que prepara el Gobierno central. A 31 de diciembre de 2012 las cuatro instituciones provinciales gallegas acumulaban una deuda de 244,8 millones de euros, un 11,6% menos que doce meses atrás, cuando su endeudamiento superaba los 277 millones de euros.
No todas las diputaciones contribuyeron de igual manera a esta reducción. Si bien todas mermaron su deuda en este período analizado las intensidades fueron dispares. Así, la Diputación de Ourense, que es la segunda menos endeudada, apenas experimentó una reducción del 0,67% en la deuda pública, para quedarse en 56,2 millones. El segundo mayor esfuerzo de contención de la deuda está en Pontevedra, que con 91,2 millones la redujo un 12,15%. Un poco mayor, del 15,5%, fue el recorte de deuda en A Coruña, que se quedó en 67,7 millones de euros. La que más redujo su deuda financiera fue Lugo, que con 29,7 millones es también la que tiene un menor endeudamiento en términos absolutos.