La decisión de Alfonso Rueda de no asistir al debate electoral propuesto por RTVE no restó expectación al mano a mano entre Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro. La cita fue líder absoluta de audiencia de su franja de emisión en Galicia, con un 17,4% si se suman las dos cadenas en las que se emitía, La 1 y el Canal 24 horas. El programa tuvo una media de 146.000 espectadores, rozando los 150.000 del debate del pasado 5 de febrero en la TVG, que alcanzó una cuota de pantalla de 18 puntos y que fue el más visto de las últimas tres campañas autonómicas. Esas distancias se achican todavía más si se toma como referencia el número de espectadores únicos, los que sintonizaron la emisión en algún momento. El de TVG alcanzó 345.000; el de TVE, con una hora menos de duración, sólo 5.000 menos: 340.000.
La diferencia entre Galicia y el resto de España fue notoria. Mientras El hormiguero volvía a imponerse en el prime time estatal, con un 13,4% de share, en la comunidad autónoma el programa de Pablo Motos se queda en los 12 puntos, lejos de la cifra alcanzada por el debate. Más allá de las fronteras gallegas, el interés por el espacio 340.000 gallegos sintonizaron en algún momento con el cara a cara.
Rueda, sin remordimientos por no asistir
A la mañana siguiente del debate, Rueda acudía -esta vez sí- a los estudios de RTVE en Santiago para someterse a la entrevista electoral de Íñigo Alfonso en Las mañanas de RNE. Allí, siguió defendiendo su decisión de no confrontar con Pontón y Besteiro, empleando una vez más la misma excusa tras la que se refugia desde su flojo papel en el debate de TVG: que a él lo que le “gustaría” es un cara a cara con el -o la- oponente “consensuada entre ellos”.
Rueda se justifica porque, porfía, sólo hay dos opciones: o el PP o “un multipartito de izquierda”. Obvia conscientemente la posibilidad de tener que pactar con Democracia Ourensana -una fuerza a la que varias encuestas conceden un diputado- si no alcanza la mayoría absoluta. Pero está dispuesto a llevar su argumento hasta el final. Pese a que sigue sin contestar a la oferta de la Cadena SER para enfrentarse con Pontón, dice que “sigue siendo posible” en las escasas 48 horas que quedan de campaña.