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Décadas bajo el agua y más de un año de restauración: la talla de una virgen gótica hallada en un río se expone en Santiago

El hallazgo lo hizo un pescador que se acercó a un tramo del río Sar en Santiago en junio de 2020, en las primeras salidas tras el confinamiento estricto de aquella primavera. Entre las rocas vio una escultura de granito y avisó primero a una asociación de defensa del patrimonio, Apatrigal. Después intervinieron las administraciones públicas para retirar del lugar lo que resultó ser una talla gótica en granito, datada en el siglo XIV, que representa una virgen de la leche, es decir, que está amamantando al niño Jesús.

Tras un año y medio de trabajos de restauración, la escultura se ha incorporado a la exposición permanente del Museo das Peregrinacións de la capital gallega. Su directora, Esperanza Gigirey, ha indicado que los expertos creen que la figura estuvo entre 30 y 50 años en el río y que probablemente llegó allí al colapsar una presa a la que debía de estar incorporada. El pescador que la localizó, Fernando Rey, se la encontró semisumergida en una zona de poco caudal en el barrio compostelano de Conxo.

El estado de conservación de la escultura cuando llegó a manos de los restauradores era, según Gigirey, “complicado”. Los trabajos para recuperarla fueron “un poco largos”. Primero fue sumergida en un tanque de agua desionizada para evitar su desecación mientras se hacían estudios y análisis de la pieza para buscar el mejor proceso de rehabilitación. Con la estrategia a seguir ya presentada, los expertos limpiaron la capa de verdín que la cubría y consolidaron las brechas que presentaba. Luego empezó el secado progresivo para evitar su deterioro.

La escultura mide casi un metro de alto y está tallada en cuatro de sus cinco caras. De hecho, que la base esté decorada indica que estaba situada en algún lugar alto o en un muro. Representa a una virgen entronizada amamantando. A ambos lados, sobre sus hombros, descansan dos ángeles sujetando un botafumeiro o incensario. Los expertos creen que fue tallada a principios del siglo XIV en un taller ourensano de influencia burgalesa, que también elaboró la virgen de Santa María de Salomé y el tímpano de San Fiz de Solovio, ambos en Santiago.

En el museo la escultura se ha instalado junto a otra talla de una virgen gótica del mismo siglo. En este caso, la pieza es de madera y la hizo un taller castellano o leonés. La intención del museo es que los visitantes puedan comparar ambas figuras.

El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, visitó el museo este sábado para ver el resultado de la restauración de la pieza. Destacó la singularidad del hallazgo y que la pieza se pudiese recuperar después de haber pasado tanto tiempo en el río.