La huelga de médicos en Galicia, convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), ha llegado esta noche a su fin tras nueve días de paros. Tras una reunión de más de seis horas entre el sindicato y la Consellería de Sanidade se ha llegado a un acuerdo para poner fin a una huelga de facultativos que se extendió entre el 11 y el 19 de abril.
Tras la reunión, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha explicado los acuerdos alcanzados y que este jueves se debatirán en la Mesa Sectorial, en la que están representados el resto de sindicatos. De este modo, se han acordado varias cuestiones económicas como una “actualización en el precio de hora de guardia” de forma que Galicia se mantiene en la media alta de la tabla salarial a nivel estatal. También se ha adoptado un módulo especial específico para los profesionales que tengan que hacer más de cinco guardias consecutivas, a partir de las que se pagará más al médico.
Además, se ha avanzado en otra de las solicitudes del colectivo respecto al complemento específico que piden los médicos para poder compatibilizar su ejercicio en la sanidad privada y en la pública. Durante junio se concluirá la propuesta para que entre en vigor en enero de 2024. Se han producido avances también para que los días 24 y 31 de diciembre computen de manera especial para el personal sanitario. Durante los nueve días que duró el paro, según los últimos datos de la Administración, se tuvieron que suspender un total de 1.670 intervenciones quirúrgicas, 32.696 consultas externas y 2.691 pruebas.
“No resuelve los problemas del sistema público”
La Asociación Galega en Defensa da Sanidade Pública se ha mostrado, sin embargo, muy crítica con el acuerdo: “No resuelve los problemas ni del sistema público ni de la población”. CESM, asegura, “solo buscaba una subida de sueldo” y no le parece de recibo que ese crecimiento sea “espectacular para quiens compatibilizan la actividad en la pública y en la privada”. “Los intereses de este sindicato no son los de la población, aunque aprovechó las movilizaciones sociales para salvar la Atención Primaria y acabar con las listas de espera hospitalarias para sus propios intereses, creando confusión”, lamenta la asociación.