La multinacional Alcoa ha planteado al comité de empresa de la planta de producción de aluminio de San Cibrao, ubicada en Cervo (Lugo), un despido colectivo para 534 empleados, lo que representa el 84% de la plantilla. La empresa ha mantenido esta mañana una reunión con los representantes de los trabajadores a los que ha planteado abrir “periodo informal de consultas” para abordar este proceso de despido y “discutir opciones y medidas” que durará tres semanas. Tras estos encuentros se abrirá un periodo formal de consultas. La empresa indica que la decisión no se tomará hasta que acabe el mismo.
Alcoa afirma que la fábrica de aluminio de San Cibrao se encuentra en una situación “insostenible” y pasa por “graves circunstancias” que achaca a factores inherentes como los altos costes de energía y el bajo precio del aluminio que sitúan a la empresa en “pérdidas recurrentes”. “No es viable”, asegura Alcoa en un comunicado. Esta propuesta de despido no afecta a planta de alúmina que se encuentra en el mismo complejo industrial de San Cibrao y que emplea a 510 personas.
En la producción de aluminio es fundamental que no se paren las cubas. Sin embargo, en las últimas semanas, Alcoa decidió que no iba a recuperar cada cuba que llegase al fin de su vida útil, lo que se hace por medio de un proceso conocido como rebrascaje y que permite su posterior arranque. Hace cuatro días, el comité de empresa reclamó a la multinacional que paralizase “de inmediato” esta medida y solicitó una reunión urgente con el Ministerio de Industria y otra con la Xunta de Galicia.
La delicada situación de Alcoa en el mercado internacional del aluminio, en el que los precios más competitivos llegan de Asia, trascendió en 2018 con la decisión de cerrar dos de sus plantas, una en A Coruña y otra en Avilés. La producción de este material conlleva un elevado coste de la factura eléctrica, por lo que las plantillas de ambas fábricas reclamaron al Gobierno central medidas que rebajasen su precio para las compañías electrointesivas. Finalmente, Alcoa vendió el pasado verano las dos plantas al fondo suizo Parter Capital que, a su vez, las revendió al grupo Industrial Riesgo, como comunicó al personal este mes de abril.
Ante la propuesta de la empresa, el BNG ha reclamado la intervención pública de la planta de Alcoa en San Cibrao que supone a su ver “la muerte de toda una comarca y un golpe devastador para todo el sector industrial del país”. Su portavoz, Ana Pontón, considera que la nacinalización es la alternativa para mantener la producción y el empleo, así como la puesta en marcha de una tarifa eléctrica gallega. “Es un disparate que pueda cerrar una fábrica por el coste de la energía en un país que exporta electricidad”, apuntó. Al hilo del previsible cierre de Alcoa, el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, ha acusado al presidente de la Xunta de “escapar” de sus responsabilidades en materia industrial. “Lo importante es que Feijóo tenga una política industrial para Galicia porque los problemas hay que resolverlos trabajando”, afirmó.
Alberto Núñez Feijóo se manifestó a través de sus redes sociales para acusar al Gobierno central de la situación. El responsable de la Xunta afirma que el Ejecutivo central “tuvo más de un año para evitar el cierre” y “no lo hizo pese a sus promesas”. Pese a ello, considera que “sigue habiendo un margen de semanas para evitar este golpe”.