El PSdeG cede 50.000 votos y el liderazgo de la oposición

Hubo sorpasso sobre el PSdeG. Por poco, pero lo hubo y los socialistas no han conseguido siquiera mantenerse como primera fuerza de la oposición, tal y como habían hecho en la última convocatoria de las elecciones generales en junio o como en las autonómicas de hace cuatro años. A la nueva mayoría absoluta del PP y de Feijóo se ha unido el adelantamiento de En Marea por la izquierda y una caída de casi tres puntos y de casi 50.000 votos con respecto a 2012.

Es el peor resultado del PSdeG en unas elecciones autonómicas, tanto en número de escaños como en porcentaje. Nunca había bajado de los 15 escaños -los mismos que consiguió en coalición con EU-EG en 1997- y tan solo había sido tercera fuerza en dos ocasiones más por debajo del BNG. Además, y con respeto a las generales del 20D, los socialistas se han dejado casi 100.000 votos por el camino.

El PSdeG ha mantenido su representación en la provincia de A Coruña, pero ha perdido un escaño por Lugo, otro por Pontevedra y dos en Ourense. Cuatro diputados menos que en el último Parlamento autonómico.

Las batallas internas, las convulsas consecuencias del proceso de primarias y la irrupción de nuevas fuerzas situaron el PSdeG en una complicada situación, acentuada por la dinámica del partido a nivel estatal. Había recuperado el liderazgo del espacio progresista en Galicia el 26H después de perderlo el 20D, un consuelo que tampoco tiene ahora. Confiaban dentro de la formación en que el sorpasso no aconteciese finalmente y que la mayoría absoluta se decidiese por unos millares de votos. Ni una cossa ni la otra.

El resultado agitará la formación en Galicia, con un Leiceaga contestado por una buena parte del partido, especialmente por el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que manifestó como otros importantes dirigentes su malestar por la conformación de las listas y que apenas participó en la campaña ni mostró, ni mucho menos, entusiasmo a favor del candidato. Tendrá consecuencias también en Ferraz, contestado también desde Galicia por las listas y expectante por un resultado que salvara los muebles a Pedro Sánchez y fortaleciese su precario liderazgo. Tampoco será.

“Tenemos que hacer autocrítica”

Fernández Leiceaga no ha disimulado la decepción. “No podemos estar satisfechos con los resultados”, reconoció el candidato a la presidencia de la Xunta, que ha asegurado que “no se puede presumir” de lo conseguido. “Tenemos que corregir los errores y hacer una autocrítica necesaria”, ha insistido, tras evitar las cuestiones más espinosas cuando fue preguntado por las discrepancias internas.

“No fuimos capaces de explicarles a los gallegos nuestra alternativa, de que se nos visualizara como tal y esto dificulta que el cambio político se produzca en Galicia, tal y como advertimos en la campaña”, ha asegurado, antes de instar a una “oposición constructiva”.