Las guarderías gallegas han abierto sus puertas este lunes para dar comienzo al primero curso en el que toda la educación de cero a tres años va a ser gratuita. Hasta ahora, el servicio no costaba para los segundos hijos, pero la Xunta ha decidido destinar fondos públicos a sufragar las escuelas infantiles para todas las familias. En el caso de los centros privados la medida se aplica a través de un pago del Gobierno gallego a las guarderías que llega hasta los 260 euros por niño al mes.
La decisión la anunció hace casi un año el entonces presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante el debate del estado de la Autonomía. Entonces argumentó que la medida iba encaminada a combatir la “calamidad” demográfica en Galicia, que no deja de arrojar saldos vegetativos negativos. Para marcar el arranque del curso, el actual jefe del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, se desplazó a una guardería en el municipio de O Pino (A Coruña), desde la que ha insistido en que son unas 30.000 las familias que van a tener escuela infantil gratuita para sus hijos. Un tercio de esas plazas están en centros privados. El ahorro es, según sus cálculos, de entre 1.500 y 2.000 euros al año.
Rueda ha situado esta como una de las “medidas reales” para facilitar la conciliación entre la vida privada y la laboral. Ha vuelto a defender la gratuidad gallega como “pionera” en España, en donde la educación de cero a tres años está avanzando en ese sentido, aunque de manera desigual. El desembolso que le supone a la Xunta cada curso es de más de 50 millones de euros, añadió el presidente gallego. La cifra dada cuando se presentó la medida, sin embargo, era menor. Entonces el Gobierno gallego calculaba que el plan para subvencionar la educación infantil supondría una nueva inversión anual de 15,5 millones de euros, que se sumarían a los 14,5 millones de euros que empezó a gastar en 2020 para cubrir las plazas de los segundos hijos de las familias gallegas.
El presidente de la Xunta ha manifestado que “seguramente para siempre” las familias gallegas estarán libres de pagar la matrícula en esta etapa educativa desde este curso. “Es una medida que supone una inversión muy importante para que miles de familias ahorren una cantidad importante que dedicar a otras necesidades”, dijo.
El curso empieza con protestas en Galicia. En la mayor parte de las guarderías públicas -que, en total, tienen algo menos de 11.000 plazas de las 30.000 totales que hay en la comunidad- el personal está llamado a la huelga. La protesta la ha convocado el sindicato CNT para los centros que dependen del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, bajo cuyo paraguas están 146 de las 173 escuelas infantiles públicas, además de 60 centros de día, una decena de residencias de mayores y seis viviendas comunitarias.