El virus SARS-Cov-2 entró en España por la ciudad de Vitoria en torno al 11 de febrero. A esa conclusión ha llegado el estudio elaborado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), que se acaba de publicar en la revista Zoogical Research. Los doctores al frente de la investigación aportan otro dato fundamental para entender el avance de la pandemia en nuestro país: desde marzo hasta la actualidad se han identificado un total de cinco cepas genéticas del coronavirus, a las que se responsabiliza del 90% de los contagios producidos en nuestro país.
Los doctores encargados del estudio, Antonio Salas Ellacuriaga y Federico Martinón Torres, han analizado un total de 41.365 genomas, de los que 1245 componen la muestra española. A2a5, el segundo linaje más importante del virus en España llegó desde Italia, en donde surgió su predecesor, A2a. Es esta cepa del virus la que se hizo rápidamente fuerte en Madrid, según explican los investigadores, y luego pudo ser exportada a otros lugares del mundo como Inglaterra o Sudamérica.
B3a, el primer linaje español
El presente estudio es una continuación del proyecto previo del mismo grupo, donde los autores descubrieron la importancia de los supercontagiadores como gran motor de la pandemia. Esta vez, los científicos centraron sus esfuerzos en comprender la dinámica de transmisión en España.
Según el trabajo, existen cinco linajes principales que explican casi el 90% de todos los incidentes en la base de datos de genomas: A2a5 (38,4%), B3a (30,1%), B9 (8,7%), A2a4 (7,8%), y A2a10 (2,8%).
“Mediante una combinación de análisis evolutivos y matemáticos que tienen en cuenta no solo la cronología de los genomas, sino también sus patrones de variación genómica, fuimos capaces de reconstruir el origen más probable de estos linajes, dentro y fuera de España”, explica Antonio Salas.
El estudio constata que mientras que B3a, B9 y el sublinaje A2a5 c surgieron en España; y A2a5, A2a4 y A2a10 fueron importados de otros países de Europa. Un aspecto distintivo del SARS- CoV-2 en España es la frecuencia tan elevada de genomas pertenecientes a la cepa B: 39,3%; mayoritariamente representadas por las sub-cepas B3a y B9.
“Hicimos una investigación al más puro estilo policial aunando la información que procede de distintas fuentes, básicamente evolutivas, geoespaciales y cronológicas (filogeografía), y con la gran base de datos internacional de genomas utilizada en el estudio”, añade Salas.
En relación con el linaje B3a, y a la luz de los datos existentes en los genomas que componen la muestra, el estudio concluye que el País Vasco es la zona más probable para albergar su origen. Por otro lado, A2a5, el segundo linaje más importante en España “muy probablemente se originó en Italia, otro de los grandes epicentros no asiático en la expansión del coronavirus”, afirman Salas y Martinón a Agencia SINC.
Tasa de cambio del virus
De los 41.362 genomas del coronavirus, el grupo detectó 19.968 secuencias diferentes. “Hoy es imposible reconocer si entre los más de 14.000 cambios genéticos detectados, existe alguno que pudiera tener implicación en la eficacia de las futuras vacunas o en los posibles tratamientos, aunque sí es más predecible su impacto sobre los métodos de diagnóstico”, apunta Salas.
Según Martinón, “es esencial estar atentos por las implicaciones, y nuestro sistema de clasificación puede ser una herramienta clave y formar parte de las medidas de vigilancia activa de variabilidad del virus”.
El estudio impulsado por la Universidade de Santiago pretende descifrar el comportamiento del coronavirus en nuestro país, al considerar que España fue uno de los principales grandes focos mundiales de la primera ola de la pandemia. La investigación es la mayor llevada a cabo de manera global en relación con la variabilidad genómica del SARS-CoV-2 en el mundo y el primero en explorar la variación genética en España.