Además de criticar al Gobierno central, Alberto Núñez Feijóo no tiene previsto hacer gran cosa para intervenir en la liturgia navideña y controlar la sexta ola del Covid. Tras la conferencia de presidentes, el barón gallego del PP ha acusado a Pedro Sánchez de “improvisar” en una reunión que ha considerado se celebra demasiado cerca de las fiestas. Su administración, sin embargo, se aplica la misma receta: anuncia que no impondrá límites a hostelería, fiestas familiares o discotecas y que deja para la semana que viene la tarea de analizar con su comité clínico cómo resolver el lío de los cotillones de fin de año o las cabalgatas de reyes.
La explicación del barón gallego del PP sobre cómo proceder en las reuniones familiares parte de la base de que en Galicia nada estará prohibido un año más. El resto, es una diatriba que podría firmar cualquiera de los invitados a una de esas tertulias de Nochebuena alrededor de una fuente de langostinos: “Cuantas menos personas se reúnan a comer, mejor. Si puede ser una unidad familiar o dos, mejor que tres o cuatro. Si podemos cenar con nuestra propia unidad familiar el riesgo será prácticamente inexistente. Si queremos ampliar a dos unidades, el riesgo será controlado. A partir de ahí, mayor riesgo. Es una recomendación. Nosotros no vamos a prohibir.”, ha asegurado en la rueda de prensa posterior al encuentro telemático con Sánchez y el resto de presidentes.
Además de lo anterior, el paso del presidente gallego por la reunión de Pedro Sánchez con los presidentes autonómicos ha servido para reclamar que la España rural quede fuera de la obligación de llevar mascarillas en el exterior. El político gallego también ha pedido retomar las pruebas PCR en aeropuertos y, ahora, incorporar las estaciones de tren. Galicia lo hará a partir de la próxima semana, ha anunciado, pero esas pruebas serán optativas y no obligatorias para los viajeros que crucen entre comunidades autónomas.
Como viene haciendo desde hace más de un año, el jefe del Gobierno gallego ha vuelto a decir que España “necesita” una ley de pandemias. La idea fue suya hace ya meses y desde entonces no deja de repetir que su idea era buena.
De cara al futuro cercano y, en atribución de sus competencias, Feijóo no ha aclarado nada sobre cuál será su postura de cara a los cotillones de fin de año o las cabalgatas de reyes. Lo consultará con su comité clínico previsiblemente la próxima semana porque, según ha dicho, “aún hay tiempo”.