Los tiempos de Alberto Núñez Feijóo para dar su salto definitivo a la política madrileña dejan a la Xunta de Galicia, de la que todavía es presidente, en una extraña situación. Tanto que su vicepresidente, Alfonso Rueda, garantizó este martes “normalidad”. Y esta normalidad consiste en que “el presidente seguirá ejerciendo la presidencia, como hizo [en otras ocasiones] en contacto telefónico permanente” mientras recorre 17 comunidades autónomas dentro de su campaña por el liderato del PP español.
“Va a ser una cuestión más, nada diferente”, añadió Rueda. Quería decir que había sucedido otras veces a lo largo de los 13 años de Feijóo al frente del Gobierno gallego. El vicepresidente, uno de los mejor situados para cuando se produzca el relevo, habló al día siguiente de que el propio Feijóo asegurase que seguirá en la Xunta por lo menos hasta mayo. “Llevamos días hablando de este tema. Lo importante es el día a día. El trabajo es normal y con el rigor de siempre, con independencia de lo que pueda durar el periodo de interinidad”, afirmó Alfonso Rueda, según informa Europa Press.
Una vez Feijóo dimita, todo su gabinete quedará en funciones. En ese momento se activa de nuevo el periodo de consultas parlamentarias con el jefe del Legislativo para investir a uno de los diputados del Parlamento gallego, con el horizonte de haber completado este periodo antes del periodo vacacional estival.
Preguntado sobre si habrá una delegación formal de competencias a través del Diario Oficial de Galicia (DOG), Rueda indicó que “no está hablado todavía” y señaló que Feijóo “va a estar en los Consellos de la Xunta”. Es decir, trabajará como presidente con presencia física en San Caetano por lo menos la mañana de los jueves, cuando se celebra la reunión semanal de su ejecutivo. “La fórmula legal no la sé, lo veremos estos días, pero lo que importa es el trabajo del día a día, eso está perfectamente previsto y planificado y no va a haber ningún problema”, concluyó.
Las agendas públicas de Feijóo como presidente de la Xunta no se caracterizan por un gran número de actos. A menudo, apenas uno diario, con numerosas tardes en blanco, al igual que la mayoría de fines de semana.