La sesión de control al presidente de la Xunta de Galicia derivó este miércoles en una inusual confesión de carácter ideológico a cargo de Feijóo: la de un neoliberalismo en el que la administración apenas sirve para apuntalar la estrategia de negocio de las empresas privadas. Así, ratificó su defensa de que sean grandes compañías las que diseñen el futuro poscoronavirus en la comunidad. “¿Usted cre que la industria se crea, se gestiona y se tutela desde el sector público?”, preguntó retóricamente a la líder del BNG, Ana Pontón. Esta le había afeado que “la decisión económica más importante esté en manos de Abanca, Naturgy y Reganosa”.
“No se en qué momento los directivos de estas empresas, por cierto todos hombres, se presentaron a las elecciones”, había inquirido la portavoz nacionalista, “y dejó ustede la decisión económica más importante de este país en manos de empresas”. Feijóo, normalmente refractario al debate de fondo político, no entró a discutir sobre la legitimidad democrática de los empresarios. Tampoco si, como criticó Pontón a pesar de que el presidente de la Cámara ya le había apagado el micrófono, se trata de una privatización de la política industrial y económica de Galicia. Pero sí se despachó con una serie de frases que negaban la idea de intervención pública en la materia.
“¿Usted cree que los coches hay que hacerlos en una empresa pública de la Xunta de Galicia? ¿Usted cree que las plantas de hidrógeno o los polígonos eólicos deben ser titularidad de la asministración autonómica?”, se explayó, “¿usted no cree que el capital privado es clave para la inversión y la construcción del tejido productivo de un país democrático occidental?”. En realidad, era él quien tenía que responder a las preguntas de la oposición, y no al revés. Y, sin embargo, su afán interrogador pudo más que los usos parlamentarios. La cuestión del BNG había sido clara, sobre las medidas del Gobierno gallego para “frenar la sangría económica e industrial”. Su parapeto ante los nacionalistas también: “No se puede soplar y sorber al mismo tiempo. O defiende usted la industria gallega o gobierna con el PSOE. De momento siempre ha elegido lo segundo”.
A Caballero: “Usted acaba de hacer un ridículo espantoso”
Ya Feijóo había dejado también sin satisfacer la curiosidad del portavoz socialista, Gonzalo Caballero. Este, cuya pregunta giraba en torno a los datos de paro -el primer trimestre de 2021 en Galicia ofreció una EPA desoladora; el presidente retrucó con datos interanuales-, también quiso saber si se iban incorporar mujeres a la dirección de la empresa público privada de los fondos Next Generation. Se quedó con las ganas. El presidente lo pasó por alto y se dedicó a atacar al Partido Socialista que gobierna en Moncloa porque, dijo, “su único objetivo cuando gobierna es crear una crisis industrial en Galicia que pone en riesgo 16.000 empleos”. Sobre el desemplo, “usted acaba de hacer un ridículo espantoso, se lo digo desde la mayor cordialidad”, espetó a Caballero, a quien se dirige con especial dureza.
El presidente de la Xunta cumplió, de alguna manera, con la descripción que había expuesto unos minutos antes Ana Pontón. “Cuando hay un problema usted no busca una solución, solo busca a quien echarle la culpa”, definió. Acto seguido, Núñez Feijóo la acusó de “cinismo” por achacar a la Xunta el cierre de Gamesa o la central térmica de As Pontes. “No voy a asumir responsabilidades que no son nuestras”, confirmó, “las responsabilidades de la crisis que afecta a este país son del Partido Socialista y del BNG, por este orden”. Lo que no aclaró es como esa crisis se compadece con los “mejores datos que el resto de España en cualquier indicador” que, insistió Feijóo, presenta Galicia.