Alberto Núñez Feijóo asegura desconocer qué sueldo se va a poner a sí mismo como presidente del Partido Popular cuando deje de percibir el salario de 83.381 euros que incluyó en su última declaración de actividades en 2020 ante el Parlamento de Galicia. El líder del PP perderá su nómina en cuestión de semanas y su panorama laboral pasa por la posibilidad de recibir dinero de dos pagadores: el Partido Popular y el Senado, en donde podría optar a una plaza de designación autonómica.
A la pregunta directa sobre el grosor de la nómina que le espera en Génova 13, Feijóo aseguró este jueves desconocer qué dinero entrará en su cuenta corriente cada mes a partir de ahora. “La verdad es que no pregunté. Así que preguntaré qué sueldo tenía mi antecesor”, aseguró en referencia a Pablo Casado. Lo llamativo es que Feijóo parece olvidar que su sueldo lo decide él mismo y que quienes le han precedido en el cargo han cobrado cantidades muy dispares que van desde los 50.000 euros anuales que Casado percibía de la formación política hasta los 200.000 euros que llegó a recibir Rajoy antes de alcanzar la presidencia del Gobierno.
El salario que los partidos pagan a su líderes se convierte en una cuestión opaca cuando estos no son miembros de un parlamento que exija una declaración de bienes y actividades como requisito obligado para el ejercicio de la actividad política. Si Feijóo decide hacerse un hueco en el Senado, ocupando una de las tres plazas de designación autonómica que corresponden a Galicia, tendrá que aclarar su caché por ocupar la silla que antes ocupaba Casado.
La ventaja para Feijóo de cobrar un sueldo del Senado es que podría compatibilizarlo con la nómina del partido. Con esta fórmula de acumulación de pagas, Rajoy llegó a cobrar en 2011 casi un cuarto de millón de euros brutos por sus labores políticas. La cosa cambió al llegar a Moncloa, ya que el cargo de presidente del Gobierno impide recibir ningún pago al margen del que se relaciona con esas funciones. A día de hoy Pedro Sánchez percibe 86.542 euros anuales.
Además de las dos vías anteriores, el líder del PP tiene en Galicia otra posibilidad de garantizarse un jornal. Para ello le bastaría con solicitar un puesto en el Consello Consultivo de Galicia como miembro nato, algo a lo que los expresidentes de la Xunta tienen derecho. Serían casi 70.000 euros de sueldo anual pero con el inconveniente de que ese cargo le obligaría a participar en los plenos que esta institución celebra con cierta regularidad y participar en secciones como la que se encarga de elaborar estudios e informes sobre diferentes materias de ámbito autonómico. Sin descartar que Feijóo acabe ocupando una silla en ese organismo, nadie de su equipo parece apostar mucho porque así suceda.
En las próximas horas Feijóo hará pública su dimisión, tras comunicárselo primero al presidente del Parlamento de Galicia. Es en ese momento cuando se activará el mecanismo de sucesión que pasa por la organización de una ronda de consultas con los portavoces parlamentarios para, finalmente, llegar al acuerdo de fijar una fecha de investidura sobre el nombre que ya todos conocen: Alfonso Rueda. Hasta que esa investidura se lleve a efecto tanto Feijóo como sus conselleiros seguirán al frente de sus cargos pero en funciones. Cuando Rueda sea elegido desaparecerán los cargos y también los sueldos. A Feijóo en Génova le espera una nueva nómina de la que por el momento dice no saber nada.