En los últimos días voces internas y externas al PP han vuelto a apuntar la posibilidad de que el presidente de la Xunta abandone Galicia para ocupar un puesto en el Gobierno de España o en la dirección estatal de su partido como paso previo a ser relevo para Mariano Rajoy.
Su ausencia en la Junta Directiva en la que Mariano Rajoy instó a “rearmar” a formación hacia las próximas citas electorales, la presencia al día siguiente en diversos eventos y entrevistas en Madrid y el hecho de que haya abiertamente al ser preguntado por su propia sucesión -no prevé presentarse de nuevo a las elecciones gallegas y sustituirlo será “más fácil” que cuando él reemprazou a Fraga, dijo-, han generado un pequeño incendio político que él mismo se ha tenido que esforzar en intentar sofocar este sábado en otra Junta Directiva, la del PPdeG.
En el día en que se cumplían exactamente quince años de su toma de posesión como conselleiro de Fraga el actual presidente optó por apoyarse en otras dos efemérides: el dúodécimo aniversario del Congreso que lo eligió presidente del partido y el recuerdo del propio Fraga seis años después de su fallecimiento. Con ese telón de fondo Feijóo dijo tener “más ganas que nunca de seguir construyendo la Galicia que queremos”.
Hacia las municipales en las que el PPdeG aspira a corregir el duro golpe de 2015, optó por combinar los tradicionales ataques a la izquierda -a la que calificó de “fracaso”- con un discurso menos habitual. Dedicó gran parte de su intervención a intentar frenar a una fuerza política que en Galicia es residual, pero que compite en su propio espacio: Ciudadanos.
Después de que varias encuestas hayan pronosticado trasvases de votos de la derecha de los de Rajoy hacia los de Albert Rivera, Feijóo advierte de que en Galicia no hay más “renovación política” que la del PPdeG. “Ciudadanos tiene cero escaños en Galicia porque nos conocemos todos” y porque “aquí quien habla alto y claro” y “quien defiende la convivencia constitucional, de siempre, es el PP”.
Además, asegura Feijóo, “Ciudadanos tiene cero escaños porque aquí no llamamos 'nuevo' a aquellos que han ido pasando por distintos partidos hasta conseguir que alguien los acepte dentro de ese partido”. Los sufragios que vayan o no a C's pueden acabar siendo determinantes para el PPdeG en 2019, especialmente en las siete principales ciudades y en algunas villas de tamaño medio.