Que hable la militancia y que las fuerzas vivas del partido, es decir, los llamados barones, hagan una propuesta para cambiar su dirección. La receta de Alberto Núñez Feijóo en la sexta jornada de la crisis que desangra al PP pasa por un congreso extraordinario y por elegir nuevo liderazgo. “Hay que darle voz al partido y a la gente”, dijo el presidente gallego, al que la mayoría en la cúpula popular señalan como relevo de Pablo Casado: “El partido tiene que decidir el futuro del partido. Así no podemos seguir”.
Feijóo situó el inicio de la renovación en la reunión a la que han sido convocados los líderes territoriales de la organización este miércoes en la sede madrileña de Génova. “Asisitiré a esa reunión. El objetivo es desbloquear el colapso en el que se encuentra el partido”, dijo, “necesitamos cambios, necesitamos nuevas etapas y nuevos horizontes”. Y, para ello, añadió, “incorporar nuevas gentes que puedan garantizarlos con responsabilidad y sosiego, pero con determinación”.
Preguntado directamente por si él mismo era esa persona, aseguró que todos deben “tener la responsabilidad de estar a la altura de las circunstancias y tomar decisiones en función de lo que el partido le pida a cada uno que haga”. Y remachó con una apelación a los líderes autonómicos que mañana verán a Casado en Génova y le pedirán la convocatoria de un congreso extrarodinario: “Los mismos que piden el cambio, deben hacer una propuesta”.