El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, prepara nuevas restricciones para limitar el derecho de reunión en Galicia y tratar de controlar, así, el avance de la quinta ola. Así lo ha anunciado este martes su número dos, Alfonso Rueda, durante una comparecencia ante los medios de comunicación. El Gobierno gallego pretende apoyarse en los tribunales para imponer las nuevas medidas por lo que se solicitará el aval del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) antes de su puesta en marcha. El anuncio de la Xunta se produce poco después de que el Tribunal Constitucional tumbase el confinamiento del primer estado de alarma y en medio de un debate sobre la limitación de derechos como mecanismo para controlar el avance de la pandemia.
La quinta ola del coronavirus en Galicia ha sumado 1.165 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Aunque la presión hospitalaria todavía se mantiene estable, la gran perjudicada ahora es la Atención Primaria, que llega al verano desbordada de pacientes. La comunidad gobernada por Feijóo va camino de cumplir una semana con un ritmo de mil contagios diarios. Este martes, el total de casos activos dentro del territorio supera los 12.000.
La ocupación de UCI y los ingresos hospitalarios no registran los niveles de alerta que se produjeron a principios de año pero los recursos en la Atención Primaria se encuentran al borde del colapso. En una nota de prensa difundida este martes, la administración sanitaria gallega pide a la población que pese a haber tenido contacto con un positivo evite acudir a los centros de salud si no tienen síntomas.
Más del 65,5% de los gallegos han recibido la pauta completa de la vacuna. Son ahora los jóvenes de menos de 30 años los que acaparan la mayoría de nuevos contagios, aunque gran parte de los casos detectados en este grupo de edad son asintomáticos o muy leves.
El principal antecedente en Galicia de esta explosión en el número de contagios fue el viaje de un grupo de estudiantes a Mallorca a finales de junio. Además de provocar el cierre de todo el ocio nocturno de Pontevedra, el macrobrote originado por la fiesta en las Islas Baleares tuvo repercusión en Galicia generando una gran expansión en el número de contagios. Frente a este escenario, la Xunta decidió cerrar playas y parques de madrugada, pero quiso mantener abierto todo el ocio nocturno.