Como un mes antes de las elecciones autonómicas de 2009 que acabarían llevando a Feijóo a la presidencia de la Xunta, la homofobia acaba de entrar en campaña a un mes de los comicios del 25 de septiembre. Pero con diferencias destacables. Entonces era el líder de los populares ourensanos, José Luis Baltar, quien llamaba “maricón” al conselleiro y luego secretario general de los socialistas gallegos, Pachi Vázquez, mientras que ahora es el PP quien presenta al Gobierno gallego como el que “por primera vez ayuda” a las entidades que luchan contra la discriminación de las personas LGTBI entregándoles a cuatro de ellas un total de 12.000 euros a un mes de las elecciones.
El 26 de febrero de 2009, a poco más de un mes de las autonómicas del 1 de marzo, Baltar padre dio un mitin en el municipio ourensano de Melón acompañado del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Baltar esperó a que el político madrileño terminase de hablar y se marchase antes de cargar contra el entonces conselleiro de Medio Ambiente: “Está obsesionado conmigo y yo no soy candidato, no me presento, ni siquiera soy mujer porque entonces entendería que me tuviera ganas; si tiene obsesión por mí tengo que decir que es maricón”. “Miserable y sinvergüenza”, añadiría aún el ahora condenado por prevaricación. Aquel exabrupto le valió al PP la condena por parte de organizaciones LGTBI.
Ahora, nuevamente un mes antes de unas elecciones autonómicas, los populares, que tuvieron recurrida durante años la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo ante el Tribunal Constitucional, se presentan como vanguardia de la lucha por los derechos LGTBI. Este lunes el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, firmó cuatro convenios de colaboración con los que entrega un total de 12.000 euros a las asociaciones Ultreia LGTBI, Nós Mesmas, Asociación pola Liberdade Afectiva e Sexual da Coruña (ALAS Coruña) y a la Asociación de Familias de Menores Trans (ARELAS). Según la propia Xunta, la medida “avanza en el cumplimiento de la Ley por la Igualdad de trato” aprobada por el Parlamento de Galicia en 2014 por unanimidad, a propuesta del PSdeG y después de que los propios populares recortasen su alcance.
A las pocas horas de la firma de esos convenios, el PP de Galicia se enorgullecía en su cuenta de Twitter de la medida: “Por primera vez un gobierno gallego ayuda a las entidades que luchan contra la discriminación de las personas LGTBI”.